La Asamblea de Melilla reduce a cuatro sus grupos parlamentarios después de la marcha del diputado Javier da Costa, que ha dejado la disciplina de Vox pero mantiene su escaño como no adscrito, lo cual significa que no tiene derecho a disponer de recursos económicos y técnicos para el desempeño de su labor.
En quince días, Vox y Somos Melilla deberán llegar a un acuerdo para repartirse el personal de que dispone el grupo mixto (dos auxiliares y un técnico), así como su presencia en las comisiones informativas de la Asamblea y los consejos de administración de las empresas públicas. Asimismo deben establecer los tiempos que podrán emplear cada uno en las sesiones plenarias, el número de preguntas y las interpelaciones en el control del Gobierno.
Los dos partidos tienen la obligación de llegar a un acuerdo que respete la proporcionalidad política de la Asamblea como reflejo de la representación de las preferencias políticas de los ciudadanos. Y si bien es cierto que en el Pleno de Control de este martes no se aplicaron esas normas por la premura entre la celebración de la sesión y la renuncia de Da Costa, ya en el siguiente Pleno todo ese nudo interno deberá estar resuelto.
Y aunque Javier da Costa no tendrá recursos públicos para llevar adelante su trabajo como diputado no adscrito, sí mantendrá intactos sus derechos y obligaciones por ostentar el escaño que ganó bajo las siglas de Vox, lo cual indica que se le da cualidad de diputado en plena igualdad.
El presidente de la Mesa de la Asamblea, Juan José Imbroda, razonó que al tratarse de una cuestión interna, deberá ser Vox el que dé las explicaciones necesarias sobre el porqué de la renuncia del diputado Javier da Costa de permanecer en el partido. "Nosotros somos meros espectadores y lo único que hemos hechos es recepcionar el escrito de renuncia y dar curso a lo que ya está dispuesto en nuestro reglamento".