Mohamed Mohamed Mohamed (“mis padres no fueron muy imaginativos”) es un ciudadano melillense aficionado a saltar en paracaídas desde que en 2019 lo probó, en modalidad tándem. Al llegar al suelo decidió que, como le había gustado tanto, de ahí en adelante tenía que hacerlo él solo, de modo que se inscribió en el preceptivo curso.
Desde entonces, en todo este tiempo, ha tenido dos situaciones de emergencia que supo solventar adecuadamente, según apunta, simplemente “siguiendo al pie de la letra” los protocolos en ese tipo de situaciones.
Después de estos cinco años, y tras exactamente cien saltos, el pasado día 13 de julio tuvo la oportunidad de participar en una iniciativa de la United States Parachute Association (USPA), la asociación de paracaidismo estadounidense, junto con sus equivalentes británica, australiana y canadiense.
El objetivo: batir el récord del número de saltos en un solo día en todo el mundo. Con la participación de 50 países, Mohamed –quien acudió junto a un amigo- ya es parte de él al aportar tres a un récord de 30.351 en el World Skydiving Day, el día mundial del paracaidismo. Y con su bandera amazigh.
Los saltos con los que Mohamed contribuyó al récord fueron realizados Bollullos de la Mitación, un pueblecito a las afueras de Sevilla y que es el lugar al que se desplaza para practicar el paracaidismo, sobre todo en fin de semana o vacaciones. A unos 35 euros el salto, unos 55 si incluye el equipo, el coste aumenta si incluye grabaciones, por ejemplo.
Pero él no es un profesional del paracaidismo, ni está en el Ejército, ni nada parecido. Simplemente le gusta saltar en paracaídas y así lo hace cuando es posible.
La altura desde la que se lanzó el día del récord da vértigo sólo de leerla: 15.000 pies, o, lo que es lo mismo, 4.600 metros. No resultó una tarea sencilla, desde luego, De hecho, en el vídeo que ilustra la noticia se puede observar cómo, al pasar la bandera amazigh a su amigo, el dedo se le queda atrapado unos segundos. En esos momentos, aunque no sea fácil, es necesario mantener la calma para solventar la situación y que no se torne más peligrosa.
En cualquier caso, Mohamed asegura sentirse “orgulloso y, sobre todo, ilusionado” del récord conseguido, “porque no siempre uno encuentra con una oportunidad así”. Además, lo puede acreditar con su correspondiente diploma.
Más saltos
De hecho, Mohamed no piensa detenerse aquí y planea continuar con estos saltos en la medida de lo posible, ya que le proporcionan una “libertad plena”. Eso sí, advierte de que, en el momento que se salta del avión hay que estar “concentrado al máximo”, lo que ayuda a “que cualquier sentimiento negativo quede dentro”.
Otro de los momentos cumbre es su final, cuando se pisa el suelo, momento en que “la acción de los neurotransmisores y la adrenalina te hace sentir muy bien”. Mohamed manifiesta que el “miedo” de las primeras veces contribuye a tomar precauciones y que, al final, al conocer las situaciones que pueden darse, acaba convirtiéndose en “respeto”, pero matiza que lo verdaderamente contraproducente es el “pánico”.
Después de cien saltos, Mohamed ya es todo un experto. Si por él fuera, tiene claro que los practicaría con mucha mayor asiduidad, pero se lo impide el hecho de vivir en Melilla, donde no existe tal opción.
Sobre la USPA
La United States Parachute Association (USPA) es una asociación sin ánimo de lucro cuyos miembros disfrutan y apoyan el deporte del paracaidismo. Está registrada en Nueva York y sigue las reglas contenidas en su manual de gobernanza.
La asociación tiene tres objetivos. El primero es promover el paracaidismo seguro a través del entrenamiento, las licencias y los programas de cualificación a mano de los instructores. El segundo es asegurar que los lugares para practicar paracaidismo son los correctos. El último, promover la competición y los programas para establecer nuevos registros récord.
La USPA está compuesta por 41.000 miembros, quienes, junto con aquéllos que saltan por primera vez, realizan alrededor de 3,6 millones de saltos al año en casi 200 zonas del país.
La asociación se creó en 1946 en Nueva York con unos 100 miembros, aunque no adquirió su actual nombre hasta el año 1967. En mayo de 2006, coincidiendo con su 60º aniversario, la USPA trasladó su cuartel general a Fredericksburg, en Virginia, donde aún continúa. En julio de 2021, la USPA celebró su 75º aniversario.
Pero este melillense lleva la bandera del Rif no la de Melilla, él publicita el Rif, en su derecho está, pero no lo no lo hagáis vosotros con él por llevar esa bandera que no es la de Melilla. Un poco de sensatez. La bandera del Rif no tiene nada que ver con Melilla y para que noe tratéis de racista lo mismo diría si lo hiciera con la bandera andaluza, asturiana o cualquiera otra
La bandera de Melilla, ni está ni se le espera!!
Menuda "noticia". Cómo se not que es verano y hay qur llenar páginas como sea... Por cierto, qué patético llamarse Mojamé al cubo³. Y "melillense" de Beni Sicar como mínimo, supongo
Lo verdaderamente patético es habitar tierras rifeñas siendo godos y colonos. Si no puedes evitar echar la bilis y rabiar cual perro sarnoso, te invito a marcharte de estas tierras o a no volver. Viva el Rif, viva Melilla y toda su gente de bien sea cual sea su origen.