La bondad de la competencia despeja muchas dudas sobre el futuro de nuestros transportes y aunque no agota el debate aún vigente sobre la conveniencia de declarar nuestras comunicaciones aéreas servicio público, en la misma medida que ya sucede con las líneas marítimas, lo que está claro es que en una economía de mercado como la nuestra no hay mejor revulsivo que la competencia. Decimos lo anterior porque en un contexto de rebaja y descenso del número de pasajeros y vehículos en los puertos españoles implicados en la Operación Paso del Estrecho, donde se consolida según el Ministerio del Interior la tendencia a la baja, Melilla ha visto incrementado en un 3,25% el número de pasajeros, y en un 16,4% el de vehículos que han pasado por nuestro puerto coincidiendo con la misma OPE
Lo anterior se ha producido por el desvío de gran parte de esos viajeros a través de la nueva línea con Motril.
Resulta un imposible calcular qué habría pasado si la nueva línea no se hubiera puesto en marcha el pasado 12 de julio. No obstante, queda clara la bonanza de sus operaciones, con la consiguiente comprobación de que un servicio atractivo, a buen precio y en un barco confortable, es capaz de hacer una efectiva competencia a los enlaces directos con Nador. Una prueba más también de que nuestro puerto, mejorando y modernizándose, puede tener aún un amplio espectro de negocio frente al cada vez más desarrollado puerto de Beni-Enzar.