El representante de los comerciantes melillenses analiza la economía local en este duro mes de agosto y opina sobre los interrogantes en torno a nuestro posible ingreso en la Unión Aduanera.
El Ramadán está contribuyendo a convertir agosto en un mes de marcada atonía económica para comercios y sector de Hostelería. Al éxodo generalizado de melillenses, se añade que el turismo no termina de desembarcar en Melilla y que algunos eventos, como la Semana Náutica, no tienen, a juicio de Enrique Alcoba, el impacto económico que sería deseable. A pesar de ello, el presidente de la Asociación de Comerciantes de Melilla respalda su celebración pero insiste en que el turismo natural que podría dar vida económica a la ciudad sigue estando al otro lado de la frontera, cuya fluidez y tránsito ágil sigue siendo al día de hoy una utopía de difícil materialización. De todo ello y del futuro económico de una ciudad que anda sopesando la conveniencia de ingresar en la Unión Aduanera, hablamos en esta entrevista con Enrique Alcoba.
-¿Cómo mide el impacto económico de la Semana Náutica que acaba de celebrarse?
-Que venga alguien de fuera siempre es importante porque algún beneficio dejará tanto publicitario como de imagen o económico. Ahora, de ahí a decir que la Semana Náutica deja un impacto en los comercios o en el sector de Hostelería, como que no. Ya nos gustaría pero sinceramente no hay un impacto importante. Los primeros años de la Semana Náutica sí se veía bastante glamour, bastantes personas comprando y turismo de náutica por la ciudad y los comercios, pero poco a poco ha ido bajando el listón o el presupuesto de los que vienen, no lo sé. De todas formas, me reitero en que cualquier evento que se haga es bueno para la ciudad y es positivo, no es que estemos en contra por supuesto, pero de ahí a los resultados que nos gustarían hay un abismo.
-¿Cree que está viniendo más gente este año?
-Sí, se ve gente por la calle, pero es difícil de medir si son de aquí o si son familiares de melillenses. Ahora, si se pone en un balance los que vienen y los que se van, son más los que faltan que los que vienen. A las doce de la mañana o a las seis de la tarde, si miramos la Avenida, vemos que prácticamente no hay casi nadie. Da la sensación de que la ciudad está un poco muerta, un poco dormida. Somos conscientes de que el mes de agosto es un mes oficial de vacaciones y que no compensan los que puedan venir. Nos gustaría que quienes lo tienen más fácil para venir, y que son los que pueden hacerlo por la frontera -ya que no requieren coger de un barco ni de un avión para llegar a la ciudad- realmente pudieran hacerlo, pero está visto que la frontera va a ser nuestro problema eterno, que nunca va a termina de arreglarse. Cuando se escucha que son dos horas mínimos de cola tanto para ir como para venir, pues la gente lógicamente se lo piensa. Muchos comerciantes seguimos pensando que ese sería de todas formas el turismo real, el que puede venir fácil sin necesidad de hacer un desembolso importante. En nuestro entorno, sobre todo en la provincia de Alhucemas y Nador, hay un turismo potencial que puede servir para compensar lo que hemos ido perdiendo a lo largo de los años, me refiero a la reducción en el número de funcionarios y militares, a la imposición poco a poco de otra demanda comercial por parte de una ciudadanía, la melillense, que cada vez se mueve más, etc…Todo eso se compensaría un poco con el flujo de personas que pudiera venir de Marruecos, pero vemos que pasa un año y pasa otro, que hay voluntad por parte de todos los delegados del Gobierno y por parte de todos los Gobiernos, tanto de España como de Marruecos, y que aún así nunca se termina de solucionar. No sé cuál es el problema porque pensábamos que con buena voluntad sería más fácil, pero no debe de ser así cuando no se arregla.
-¿Estamos entonces en un mes de atonía total económicamente hablando?
-El mes de agosto es flojo comercialmente hablando. Los que nos dedicamos a la moda iniciamos el período de Rebajas el 1 de julio para mantenerlo hasta el 31 de agosto, así que estamos en la etapa final, con menos mercancía ya que ofertar y preparando la temporada otoño-invierno. Estamos por tanto liquidando lo que hay de verano y el que se pueda aprovechar porque encuentre mercancía de su talla se beneficia mucho porque los descuentos son más importantes. El problema es que hay menos personas, menos clientes, que la gente ya ha comprado más cosas y aunque hay más ofertas porque es liquidación final, al haber menos demanda y menos personas, el comercio está muy flojo. En la Hostelería el flujo de personas también es evidente que es mucho menor en agosto que en julio por ejemplo.
-Hay que tener en cuenta también el Ramadán.
-Exactamente, el Ramadán también es muy importante porque hay una población muy numerosa que lo sigue en la ciudad, y lógicamente tiene su incidencia en la hostelería. Todo junto, entre el Ramadán, las vacaciones y el que no termina de venir tanta gente como nos gustaría, pues convierte agosto en un mes muy critico. De todas formas, reconocemos el trabajo que se está realizando para atraer el turismo familiar, porque debe ser lógico que puedan volver a un precio razonable cuantos hayan nacido, vivido, trabajado o hecho el servicio militar aquí en Melilla. Habría que buscar algún sistema para que todos esos que están repartidos por toda España puedan venir a ver a la familia o reencontrarse con esta ciudad, pero a un precio razonable en comparación a lo que pueda costarles viajar a Canarias o a Londres. Y en esto deberían trabajar más unidos todos los grupos políticos y agentes sociales, porque siempre digo lo mismo: Aquí los problemas principales siguen siendo el transporte y la frontera, que parecen ya problemas eternos de Melilla, porque gobierne quien gobierne no se arreglan.
-¿Cómo valora que tengamos una nueva naviera en nuestras líneas y los anuncios de nuevas transportistas también en el mercado aéreo?
-Lo veo positivo porque la competencia es buena para todo. Cuando aparece la competencia nos movemos, buscamos alternativas, es buena en cualquier sector siempre que sea del mismo nivel y juegue con las mismas reglas. La nueva naviera ha transportado a veinte mil personas este mes, según he leído, y esto es un número importante, como lo será también que operen otras transportistas aéreas si lo hacen a los precios que han anunciado. La gente debe tener medios para moverse, el problema que tenemos aquí es que vamos de Melilla a la Península en los puentes y vacaciones, y que a cambio no viene nadie. Hay que conseguir esa alternativa para que la gente también venga.
-¿Qué opina de peatonalizar el centro cuando se cuente con el parking de Isla Talleres?
-Nosotros siempre hemos estado un poco en contra de peatonalizar el centro. Cada ciudad hay que analizarla con su comercio y sus calles y nosotros tenemos la suerte de contar con calles muy anchas. Lo que sí hemos propuesto es que cuando se abra el nuevo parking de Isla Talleres se cree una zona azul en el centro que permita al menos una rotación de 200 vehículos, para que no ocurra lo que pasa ahora, que a las diez de la mañana llegan los trabajadores de la banca, el comercio y los funcionarios, y ya se copan todos los aparcamientos desde esa hora y hasta las tres de la tarde en que acaba el horario de trabajo. Ya lo hablamos con el presidente de la Ciudad y la idea es que cuando se termine el parking por lo menos un lateral de la calle 0’Donnell, de Ejército Español o la Plaza de España tengan zonas azules para que haya rotación de vehículos. La experiencia de peatonalización de parte de la calle Margallo y Severo Ochoa se demostró que no fue válida, porque tampoco tenemos tanto público ni gente en las calles para que esa peatonalización del centro sea necesaria. No obstante, se podría volver a probar alguna otra calle a ver cómo funciona.
-¿Cómo ve que se retrase la ampliación de la bonificación en la cuota patronal?
-Desde que se inició la crisis económica en 2008 son 400.000 las empresas que han cerrado en toda España, lo que no es poca cosa. Las razones principales pasan porque no pueden hacer frente a tantos costes, ya que hoy por hoy abrir sólo las puertas de un negocio cuesta muchísimo. Si encima no hay crédito bancario y menos consumo, pues está claro que la única forma de crear empleo es abaratando los costes al empresario. Mientras que sean los que son, tal cual están fijados hoy en día, cualquier empresario se piensa mucho contratar a una persona y mucho más dejarla fija. Todos quisiéramos una plantilla fija, de personas cualificadas y con veteranía, pero también es verdad que cuando viene una mala racha la única opción es cerrar porque no se pueden afrontar los costes. La última reforma laboral no ha servido para nada y los hechos son que el paro no deja de crecer. Algo habrá que hacer con medidas de mayor profundidad en la línea de lo que están haciendo otros países europeos.
-¿Cree que después de Feria se constituirá por fin el Consejo Económico y Social?
-No sé si me lo ha preguntado con música, porque el Consejo Económico y Social se lleva creando desde hace cinco años. Siempre he dicho que no se ha dado la voluntad necesaria para que se constituya. Y aunque, como dice algún político, posiblemente no sea la panacea ni vaya a solucionar el alto índice de paro que padecemos ni nuestros problemas económicos, también creo que si existe en todas partes, menos en Melilla, por algo será. A lo mejor estamos equivocados, pero los agentes sociales y sobre todo los empresarios, que somos los que invertimos en esta ciudad, necesitamos tener una voz para que cualquier proyecto de futuro a medio y largo plazo nos permita involucrarnos, opinar y valorar si realmente interesa invertir en esta ciudad.
-¿Y qué opina de los que siguen demandando un centro comercial para Melilla?
-Los centros comerciales representan una guerra que tenemos perdida, porque todos los consumidores quieren no uno sino catorce centros comerciales y otros tantos multicines. Ahora se han paralizado en toda España por la crisis que hay, pero vamos ese sería uno de los temas que un Consejo Económico y Social debería debatir para analizar si es bueno para el futuro de esta ciudad y no sólo para el consumidor, sino para la viabilidad económica de toda Melilla. Y como ese muchos otros temas en que los agentes sociales y los empresarios deberíamos tener voz. El que siga sin estar creado el Consejo Económico y Social a fecha de hoy es algo que se me escapa, desconozco dónde radica el problema.
-¿Qué le parece nuestro posible ingreso en la Unión Aduanera?
-He leído muchos informes, he hablado de este asunto con muchas personas y pienso, para empezar, que en esto los intereses de Ceuta son muy diferentes a los nuestros, porque Ceuta no tiene como nosotros aduana comercial con Marruecos, está más cerca de la Península, tiene más movimiento… Entiendo que va a ser difícil un régimen diferente para Ceuta y otro para Melilla, pero en esto, de nuevo, veo la necesidad del Consejo Económico y Social, en cuyo marco habría que hacer un estudio profundo sobre la conveniencia o no de ingresar a la Unión Aduanera. Ni yo ni Acome tenemos una posición determinada. No nos termina de convencer si realmente es bueno para el futuro de esta ciudad. Desde luego, ahí sí que no podemos equivocarnos y debemos decidir muy bien asesorados, porque este no es un tema electoral ni de uno ni de otro patido: Es un tema de futuro de esta ciudad en el que debemos elegir lo que sea bueno para todos.