Sath es un joven artista mallorquín que presenta esta tarde, por primera vez en Melilla, en el Centro de Arte Contemporáneo Hospital del Rey, su obra de influencia realista y realizada con esprays de graffiti.
Sath es la firma de este joven mallorquín que presenta por primera vez su trabajo artístico en la ciudad. Su interés por el arte comenzó al ver los graffitis de las calles de su pueblo y con el paso del tiempo ha ido canalizando este interés hacia los lienzos, pero sin dejar los botes de espray. Sus obras son realistas, pero también contienen elementos ‘extraños’ que, aunque reales, contextualizan el conjunto de la obra dando lugar a un nuevo concepto. Su exposición forma parte de una muestra que esta tarde se inaugura a las 19:00horas en el Centro de Arte Contemporáneo Hospital del Rey. En las otras dos salas de este espacio cultural se expondrán las obras del melillense Iván Ortega y se podrán ver por primera vez las obras que el Centro ha adquirido desde su apertura en la tercera localización.
–¿Cómo entró en el mundo del arte?
–Fue realmente por casualidad. Hoy tengo la exposición aquí gracias a que empecé con el graffiti. Comencé en la calle y luego me he ido encaminando hacia otro formato, en este caso, el lienzo.
–¿Qué tiene el graffiti que atrajo su atención?
–Ir caminando por la calle y ver los colores me fascinaba. A través de unos amigos y una cosas llevó a la otra y acabas probando. Al final te engancha.
–¿Tiene formación en Bellas Artes?
–Hice el Bachillerato de Arte porque era lo que más me gustaba y luego otra historia completamente diferente, un módulo de Deportes. Luego comencé con el graffiti y me encantó el poder pintar, pero me pasé al diseño gráfico. En el tema de pintar soy autodidacta.
–¿Cómo pasa de pintar en una pared a un lienzo?
–Todavía compagino las dos cosas, porque realmente donde me siento más a gusto es pintando en la calle. Suelo pintar en casas abandonadas o en sitios habilitados. No es que me dedique a pintar portales. Lo que me gusta más es la calle, pero no da de comer, así que lo plasmas en otro formato, donde puedes jugar un poco más.
–¿Cómo definiría sus obras?
–Son realistas, pero no es cien por cien realista. A través, por ejemplo, de estos retratos de esta exposición se puede decir que son realistas, pero luego hay un objeto que en su conjunto, tiene un concepto que no lo es, como un nido en la cabeza o un gusano. Son versiónes de la realidad. Me interesa tanto la estética, es decir, lo técnico figurativo, como lo conceptual. A veces me puedo pasar más tiempo pensando el concepto y conseguir la idea, que luego meterlo en un lienzo.
-¿Las obras que trae a Melilla son una serie?
-Los ocho lienzos forman una serie. ‘Cap-moment’ es el título de esta exposición. ‘Cap’ significa cabeza, y también ninguno en mallorquín.Vendría a ser ningún momento, momento de la cabeza, pues son retratos, y a parte, en inglés ‘cap’ es el difusor del espray. También significa momento difuso.
–¿Cuál es la pretensión de esta serie?
–Trata sobre la muerte de mi hermano, que hace tres años se suicidó. A partir de ahí necesitaba desahogarme. El retrato del nido es de mi hermano, y los demás cuadros tienen algo relacionado con la historia, por ejemplo, el nido es como tener pájaros en la cabeza o tonterías, el otro de la caja fuerte es guardarse las cosas. Así, cada uno tiene una simbología, pero relacionado con este hecho.
–¿Es de los artistas que se encierra en un estudio a trabajar o espera a la inspiración?
–Estar sentado en el estudio con un lápiz y un papel hasta que salga la idea, a veces no funciona, pues te puedes ir a dar una vuelta y te sale la idea. Suelo llevar una libreta y un lápiz, y a veces te despiertas por la noche y apuntas el concepto y va fluyendo. En una conversación con un amigo, algo que ves en la televisión, algo que me guste, tu estado de ánimo, es el entorno en sí lo que te aporta esas influencias para realizar esa obra.
–¿Se trata de realizar una crítica o de recoger ideas?
-Bueno, no siempre uso esta temática de la crítica, aunque si hay algo que no me gusta lo critico, pero me defino como un comunicador visual.
–¿Todos los lienzos en los que ha trabajado son series?
–No, tengo alguno suelto, pero prefiero prepararlo en serie y no individuales, pues luego en su conjunto queda como un popurrí. Prefiero que entres en una sala y te cuente todo la misma historia desde diferentes puntos de vista.
-¿Qué técnica utiliza en los lienzos?
-Es pintura es espray, es decir, botes de colores, difusor y voy cambiando de colores directamene. Igual le doy un acabado más guarro con la mano, pues no me gusta el difuminado limpio, sino que lo ensucio un poco. En los lienzos el spray como en la calle, es mi arma aliada.
–¿Esta técnica es más complicada?
–El lienzo es muy liso y la pared nunca es tan lisa, pero el tema de lo liso no me acaba de gustar. Estos lienzos sí tienen un acabado más liso, pero lo que estoy haciendo nuevo le doy pintura plástica para que tenga un poco de relieve, aportando cierta textura. Me siento más a gusto en la pared y los esprays es todo práctica. Me siento ahora más cómodo con el espray que con el lápiz.
–¿Qué puede comentarle a la gente que opine que el graffiti es un acto vandálico?
–Cada uno entiende el graffiti un poco como quiere. Ver un rayajo por la pared, entiendo que pueda molestarle a alguien, como otras diferentes variantes del graffiti , pues engloba muchas temáticas. Eso sí, cuando pinto un lienzo, aunque sea la misma técnica, no es graffiti. El graffiti está enlazado con la calle. Cuando pinto un lienzo aquí dentro es la misma técnica, pero el concepto pierde toda su connotación.
–También se dedica al diseño gráfico.
–Intento sobrevivir entre pintura y diseño gráfico. Estudié diseño y hoy en día todo el concepto de mi pintura está muy influenciado por el concepto de diseño gráfico. Aprendes tanto composiciones como colores y conceptos.
–¿Cómo le llegó la propuesta de venir a Melilla a exponer su obra?
–Estaba trabajando con una galería de Palma y a través de su encargada conocía Javier Martínez (director del centro). Y yo encantado de estar aquí.
–¿Cuál ha sido su trayectoria profesional en este ámbito?
–Realmente esta serie la pinté en 2008 y en 2009 la expuse. A partir de ahí, me encaminé un poco más por el lienzo, pero iba haciendo trabajillos de pintar como decorar locales, pero es desde hace dos años cuando expongo.
–Atraer al público en general a una exposición de arte contemporáneo es complicado. ¿Cómo llegar a ellos?
–Haciendo cosas para que no se vayan indiferentes, porque a mí me pasa. No suelo ir mucho a exposiciones, pues a veces entras en una y sales igual y no te aporta nada. A mí me satisface el hecho de contar algo, aunque la gente luego no esté de acuerdo con la idea.
–¿Para dónde cree que va a ir encaminada su evolución como artista?
–La verdad es que no lo sé porque es muy reciente. Ahora empiezo a moverme un poco, pero el tema de que pinto con espray llama la atención, pues no utilizo otras técnicas más típicas.
–¿Cuáles serán sus siguientes proyectos?
–En unos meses haré un par de exposiciones en Mallorca, que son colectivas, y el año que viene una individual en la galería de Palma con la que estoy colaborando. Cuando empiezo una serie lleva su trabajo, no sólo el hecho de plasmar la pintura, sino el previo de contar la historia para que todo tenga un sentido común.Va sobre el lavado de las almas, del interior de uno mismo.
– No sé si entiendo el concepto.
–Es cuando te sientes mal por dentro y lavas tu alma. Sacas lo malo y te quedas aliviado.
–¿Se ha presentado a algunos certámenes?
– Pues habría que empezarlo a mirar, porque realmente he ganado alguno y he participado, pero no me he planteado enviar a todos. Era mi fin. Aún no estoy muy puesto en el tema.