El centro de la Purísima se encuentra saturado en estos momentos con 131 internos, según comentó la consejera, cuando su capacidad es de 120 personas.
La llegada del verano parece haber incrementado el número de menores extranjeros no acompañados que han entrado en la ciudad a tenor de los datos facilitados por la consejera de Bienestar Social, María Antonia Garbín, en lo que ha calificado ya de un aumento “preocupante”.
De este modo, Garbín confirmó ayer a los medios de comunicación la entrada de menores en cada una de las pateras que han ido llegando a la ciudad a lo largo del mes de julio, con la peculiaridad de que en estas ocasiones son menores subsaharianos en vez de marroquíes y la atención que debe ser dispensada es diferente que en el segundo caso.
La consejera recordó que en alguna ocasión han entrado hasta diez menores de una tacada, lo que complicó inevitablemente el alojamiento y la atención dispensada, aunque finalmente todos fueron acogidos en el Centro de Menores de la Purísima. Así, comentó que se ha llegado a alcanzar los 142 menores acogidos, una cifra importante si se tiene en cuenta que la capacidad máxima del centro es de 120.
Garbín señaló que a día de ayer eran 131 los menores acogidos, una cifra que varía en la medida en que alguno de ellos era devuelto a Marruecos en el caso de los marroquíes o eran trasladados a centros de la península con alguna de sus familias, en el caso de que estas hubiera sido expulsadas.
La consejera comentó que la situación podría complicarse algo más dentro de un mes, en el momento en que finalice la Feria de Melilla, pues son muchos los menores que intentan el paso a la península escondidos en las atracciones y camiones que llegan a la ciudad. En cualquier caso, el dipositivo establecido en el puerto de Melilla por parte de las autoridades imposibilita ese tránsito hacia la península, aunque los menores que son detectados pasan a ingresar al centro de la Purísima, incrementando de nuevo la cifra de atendidos por la Ciudad Autónoma.
A este problema habría que añadir el financiero, pues en estos momentos la Ciudad Autónoma es la que hace frente a la mayor parte del gasto de mantenimiento del centro tras la disminución de las aportaciones del Estado prácticamente a la mitad, decisión muy criticada desde el Gobierno local.
Esta situación ha hecho que el Gobierno local reclame más inversión de parte del Estado en el mantenimiento del centro de Melilla.