La industria del videojuego ha venido evolucionando desde su nacimiento hace más de 50 años. La posibilidad de jugar a este entretenimiento no se centra exclusivamente en las tradicionales videoconsolas, sino que el abanico de plataformas se ha ampliado sobremanera.
Aunque se centre más a la población perteneciente a la generación millenial y las sucesivas, este tipo de entretenimiento ya alcanza a las generaciones más mayores, demostrando los beneficios que pueden tener este tipo de juegos, ya sea para su desarrollo cognitivo o incluso con el mantenimiento físico, como la motricidad.
Los videojuegos pueden representar una motivación a la par que un entretenimiento para los mayores. Un estudio elaborado por la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos fijó que el uso de videojuegos aumentó el funcionamiento de la actividad de los mayores ingresados en las residencias.
Algunas videoconsolas como la Nintendo Wii o Microsoft Kinect fueron las más utilizadas por la población mayor para mantenerse activas, especialmente en actividades que implican equilibrio, coordinación e incluso la reducción de síntomas depresivos. El uso de determinados videojuegos también puede favorecer las interacciones sociales, ya sea jugando con más personas o en línea.
Está demostrado que tanto el aislamiento como la soledad no deseada tienen efectos muy negativos en los mayores, puesto que representa un deterioro cognitivo.
No sólo los efectos psicológicos, puesto que el uso de los videojuegos, siempre de forma moderada, posee efectos beneficiosos en el cerebro de los más mayores. Son varios los estudios que han demostrado que este entretenimiento favorece la memoria o la velocidad en el procesamiento de conceptos en el cerebro, así como su función ejecutiva.
Siempre con un uso moderado, los videojuegos pueden llegar a ser un aliado de las personas mayores en frenar el deterioro cognitivo que se produce con el paso de los años.