Hilario J. Rodríguez es un escritor y periodista que el próximo 10 de agosto comenzará un viaje junto a otros cuatro compañeros, Luis Argeo, Javier, Díez, Isaac Begoña y Cayetano Vela, con el objetivo de conocer la ciudad y descubrir la realidad social de Melilla. Desde sus cementerios, sus mercados, su frontera, el puerto, las playas y los aspectos culturales serán observados por estos aventureros que además dejarán constancia de sus experiencia en este periódico y en un blog.
–¿Quiénes componéis este grupo?
–Un escritor, un joven mago, un documentalista, un artista sonoro y un ajedrecista llegado de Chicago emprendemos juntos y sin conocernos un viaje a Melilla por el mero placer de pasar unas vacaciones activas en un lugar tan exótico como cercano y asequible. Lo de las vacaciones activas tiene que ver con nuestra forma de viajar, cámaras de vídeo y fotográficas, grabadores de sonido, portátiles o mesas de edición minúsculas. Cada día iremos añadiendo entradas en un blog creado para la ocasión, http://melillamelilla.blogspot.com/.
Somos cinco personas que unen sus fuerzas, primero para ver si podemos aguantarnos y viajar juntos durante casi diez días, y segundo para perseguir un objetivo común, Melilla, pero no la Melilla de las tres, cuatro o cinco culturas, tampoco la del narcotráfico o la de la inmigración, huimos del aburrimiento y de los bostezos, pues buscamos una Melilla menos pretenciosa, la ciudad que a diario se despierta y luego se va a dormir, la de la peluquera y el panadero, la que no se parece a ninguna otra y, sin embargo, es igual a las demás.
– ¿Qué nos puede contar de cada uno de los componentes de este grupo?
–Luis Argeo es el alma mater del proyecto, un cineasta asturiano que sabe dónde poner el ojo y cómo buscar la mejor perspectiva. Javier Díez le sigue de cerca con sus ideas, dando forma a lo que todavía no la tiene, descubriendo significados ocultos, un lujo. Isaac Begoña podría pasar por el DJ del grupo, no sólo porque pone la música que escuchamos mientras vamos de un sitio a otro, sino también porque posee una sonrisa irresistible y contagiosa que nos hace bailar al son que él quiera. Cayetano Vela hace trucos de magia, saca cartas de la manga y pañuelos de la boca, pone la nota de imaginación que siempre necesita la realidad para ser un poquitín más tolerable.
– ¿Cuál fue el origen de la idea que rodea el viaje que realizaréis el próximo 10 de agosto hacia la ciudad?
– Luis Argeo y yo llevábamos varios años intentando colaborar, un cineasta y un escritor, para ver de qué manera podíamos sacar más rendimiento a la literatura y al cine uniendo nuestras fuerzas. Este año teníamos previsto hacer un viaje a Estados Unidos, un país en el que hemos vivido mucho tiempo y que conocemos bastante bien, pero al final como era el primer paso para futuros proyectos nos dimos cuenta de que era muy caro y demasiado ambicioso. Teníamos que hacer algo más cercano a nosotros y a nuestra cultura. Así se nos ocurrió que teníamos que buscar una ciudad desatendida, poco conocida. Melilla aunque sea muy mencionada es poco conocida porque siempre se habla de ella por cosas que no creo que sean lo que representa esta ciudad. Ahí fue cuando surgió Melilla. Es un punto en un país al que nadie presta atención y nosotros queremos recuperarlo.
– ¿Cómo se ha incorporado al resto de los componentes de equipo a este proyecto?
–Dado que íbamos a necesitar la ayuda de muchos melillenses para llevar a cabo nuestro trabajo, de ahí surge la posibilidad de llevar a un mago con nosotros, y que en la península está teniendo mucho éxito. Nos servirá de carta de presentación para las reuniones con las asociaciones de vecinos. También creemos que poner el cine y la literatura al servicio de nuestro proyecto teníamos que activar el mayor número posible de sentidos y nos daba la sensación de que necesitábamos el sentido táctil y auditivo. Por eso acudimos a Javier que es un artista conceptual. Luego necesitábamos un apoyo de un buen fotógrafo que además es ajedrecista, Isaac Begoña. Cuando algo no funcione desde una perspectiva tendremos a otras cuatro personas para añadir una nueva y hacerlo mejor
– ¿Cuáles son algunas de las escenas de Melilla que vais a visitar?
– Vamos a hacer recorridos continuos por la valla, pero nos interesa mucho la antigua vía férrea, el trazado del río, y nos interesa muchísimo acompañar a dos trabajadores comunes, como son un peluquero y un panadero, y vamos a intentar, aunque estamos contactando con la compañía de recogida de basuras, para seguirlos en parte del trayecto que realizan cada día. También vamos a hablar con un taxista y con todos ellos vamos a recorrer trayectos que normalmente no hace un turista que va a ver la ciudad y vamos a estar en lugares donde un turista tampoco llega. Los cementerios son otro punto interesante. En una sociedad como la melillense que es tan compleja por la integración de tantas culturas queremos ver la forma que tiene de honrar a sus muertos y la forma que tiene de guardar la memoria de las personas desaparecidas. Además, tenemos dos cuestiones a nuestro favor, como son la Semana Náutica y el mes de Ramadán, una ocasión de oro para analizar nuestra relación con la comunidad musulmana.
–El viaje comienza el 10 de agosto en Guadalajara, pero ¿ya estáis haciendo entrevistas?
– Sí. Hemos comenzado a interesarnos por saber si donde vivimos hay una proyección de Melilla, y sí que hay allá donde mires. Igual que los gallegos que están en todas partes, igual se podía decir de los melillenses. Y, por ejemplo, se ha entrevistado a Enrique, un profesor de la Escuela de Arte de Guadalajara que estuvo en la apertura de la Escuela de Arte de Melilla.