El Centro Hijos de Melilla celebró este pasado sábado, como ya es tradicional, el Día de la Madre, que este año se adelantó para no coincidir con las comuniones, que empiezan el próximo fin de semana, lo que impediría a muchos socios haber asistido al almuerzo.
Con los dos salones llenos –el presidente del Centro, Feliciano Palomo, anotó que “se están quedando pequeños”-, no faltó de nada ese día. Primero, un aperitivo con langostinos, pulpo, jamón y queso, huevos rellenos, anchoas, mejillones, empanada, patatas fritas y aceitunas, entre otros productos. A continuación, los clásicos callos de Jesús Rosa. Y, como punto culminante, una paella de pollo preparada por los encargados del bar.
Después de la comida, se entregaron 38 estuches de maquillaje a las madres socias del Centro.
Dos de ellas destacaron que les encanta que el Centro se acuerde de ellas en estas fechas. Así, Mari Carmen Cerrato aseguró que le parece muy bien que la asociación celebre cada año tanto el Día del Padre y el Día de la Madre y se refirió a su presidente como una “muy buena persona”. Por su parte, Joaquina Fernández apuntó que le agrada esta fiesta, porque supone un rato para estar “a gustito”, charlar y conocer a gente nueva. En definitiva, para pasarlo bien, lo cual estuvieron haciendo hasta bien entrada la tarde.
La próxima celebración del Centro se realizará con motivo de la Romería, que, junto con la Navidad, son las otras dos celebraciones fijas de la asociación, la Feria de Melilla aparte.