Según señaló la consejera de Bienestar Social, el incremento de la presión migratoria ha provocado que muchos residentes tengan que ser reubicados en otras instalaciones.
El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla no es la única instalación que se ha visto saturada por las continuas llegadas de subsaharianos que se llevan produciendo desde que comenzó el verano. La consejera de Bienestar Social, Mª Antonia Garbín, señaló ayer en rueda de prensa que la situación es muy similar en el Centro de Menores La Purísima.
A preguntas de los periodistas, Garbín detalló que en la actualidad la Ciudad Autónoma se hace cargo de 255 menores, de los cuales 197 son extranjeros no acompañados.
Destacó que desde el pasado 1 de mayo han entrado en la ciudad 35 menores subsaharianos de este último grupo, provocando que La Purísima llegue al tope de sus niveles de ocupación, ya que sus instalaciones están equipadas para albergar a 160 personas, por lo que se ha optado por trasladar a algunas al Centro Asistencial, al de la Divina Infantita, Nuevo Futuro o el de Reforma.
Por otro lado, señaló que muchos de ellos residen temporalmente en el centro mientras se les realizan las pruebas pertinentes para determinar si realmente son menores de edad, lo cual también repercute en los niveles de población de La Purísima.
No obstante, recordó que aquellos que llegan con sus familias son trasladados al CETI, pues existe una política de no disolver unidades familiares.
De manera paralela, subrayó que últimamente están llegando a la ciudad muchos jóvenes procedentes del sur y el centro de Marruecos.
Así pues, y hasta que la situación mejore, aquéllos que no tengan cabida en La Purísima serán trasladados a otros centros que también dependen del Gobierno melillense, que es el que tiene asignada las competencias en el área de menores inmigrantes.
Por tanto, la consejera de Bienestar Social confirmó a los medios de comunicación que el incremento de la presión migratoria también se está haciendo notar en los centros de menores, pues la entrada de éstos se ha incrementado con la llegada del bueno tiempo.
La última llegada de este tipo se produjo el pasado 23 de julio a las 6:00 horas aproximadamente, cuando un joven de origen subsahariano entró en Melilla a nado a través de la zona del Dique Norte, cerca de Aguadú.