Sin embargo, el diputado nacional del PP por Melilla cree que no va a salir adelante “por la situación de relajación parlamentaria”, además de considerar que es una muestra más de la “falta de política global” del Gobierno de España.
El diputado nacional por Melilla del PP, Antonio Gutiérrez, se mostró ayer favorable al Plan de Diplomacia que quiere llevar a cabo el Ministerio de Defensa, según el cual España aspira a que las relaciones con el resto de países del Magreb sean “privilegiadas”, aunque desde su punto de vista, “es difícil que salga adelante habida cuenta del ambiente de relajación parlamentaria que existe”, debido al más que probable adelanto de las elecciones generales.
Según explicó Gutiérrez a El Faro, “el plan me parece francamente bien, porque entre otras cosas, Marruecos es un país con el que tenemos que estar, necesariamente, obligados a entendernos. Tenemos que tener las mejores y más flexibles relaciones”, matizó, aunque desde su punto de vista, este plante tiene algunas carencias.
Entre éstas, además de que no cree que pueda salir adelante por falta material de tiempo, mencionó que no cuenta con el “consenso parlamentario”, así como que no se ha dado la oportunidad, a los grupos de la oposición, “de que enriquezcan el texto”.
De igual forma, para Gutiérrez, con el anuncio de este plan del Ministerio de Defensa el Gobierno de España vuelve a dar muestras de que adolece de una “política global”.
En relación a este tema, el diputado nacional apuntó que si bien es entendible que el Ministerio de Defensa tiene unas competencias y objetivos claros, en un asunto como éste, “en el que se quiere hacer una política de diplomacia global”, la coordinación con otras carteras, caso de Interior, Trabajo y Exteriores, es importante. “No pueden ser compartimentos estanco; no puede ser que cada ministerio diseñe planes, la mayoría de las veces llenos de buena voluntad, pero que son entelequias y que no están en relación con otras áreas”, subrayó.
Así, como ejemplo de su argumentación, dijo que “no puede ser” que el Ministerio de Exteriores “se postule a favor de que los marroquíes puedan votar en España”; que el de Defensa “tiene su parcela en el sentido de firmar la defensa y seguridad con aliados estratégicos que son importantes mantenerlos, que nadie lo duda ni va a decir que no”; que el Ministerio de Trabajo “bastante hace con absorber el problema que día a día se plantea con la llegada de inmigrantes” y; que el Ministerio de Interior, “no sabe no contesta”.
Gutiérrez define todos estos postulados como una “divagación permanente” por parte del Gobierno de España, pues si bien asegura que cada Ministerio “en su parcela tiene razón, analizadas en su conjunto ponen la contradicción y esto es francamente preocupante”.
Al hilo afirmó que “la política no es el arte de la profecía, sino de la prevención”, por lo que desde su punto de vista, “lo que hace falta es una política unitaria de defensa, seguridad e inmigración, que yo he echado en falta durante toda esta legislatura y buena parte de la anterior”, comentó.
Pero además, toda esta “falta de cohesión entre las distintas carteras” se agrava, desde el punto de vista del diputado, en que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, “ya no es dueño de su tiempo ni siquiera sabe cuándo va a disolver el Parlamento aunque tiene toda la capacidad para ello”. Depende, según dijo “del candidato, Alfredo Pérez Rubalcaba, que será quien disuelva, cuando le interese al PSOE y al Gobierno, el Parlamento”.
Defensa aspira a una relación militar con Rabat “privilegiada”
El Ministerio de Defensa se ha marcado como reto que su relación con Marruecos y con los países del Magreb en el ámbito militar sean "privilegiadas", al considerar que se trata de un área prioritaria para la seguridad de España.
Esta meta se recoge en el nuevo Plan de Diplomacia del departamento que dirige Carme Chacón, en el que se define la línea de actuación para los próximos años encaminada a reforzar la proyección de España en coordinación con el de Asuntos Exteriores.
Defensa afirma que la actual cooperación bilateral con los países del Magreb es "amplia, fluida y dinámica" y debe seguir siendo "preferente" en el futuro y que la intención es "mantener relaciones privilegiadas”.
Defensa cree que los procesos de cambio y transición democrática abiertos en países mediterráneos como Egipto y Túnez aconsejan prestar atención a "la posible contribución a la reforma de las estructuras militares" que puedan solicitar a España.
A Marruecos, se le define como "un país de especial interés" con el que el esfuerzo que se está haciendo es calificado de "adecuado".
En el marco del convenio bilateral firmado en septiembre de 1989, España y Marruecos vienen realizando maniobras conjuntas orientadas, según Defensa, a incrementar "la confianza y la seguridad", así como intercambio de observadores con los Ejército de Tierra, Mar y Aire.
La cooperación militar con Rabat en los últimos años ha llevado a enterrar la crisis que provocó la invasión marroquí del islote de Perejil en julio de 2002 y el posterior asalto de unidades españolas para poner fin a la ocupación.
La reivindicación marroquí de Ceuta y Melilla, donde hay una fuerte presencia militar española, tampoco ha sido obstáculo para fomentar la colaboración entre ejércitos.