El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha desestimado el recurso de apelación presentado por Tarik M.M., al que la Audiencia Provincial en Melilla había condenado previamente como responsable de un delito de incendio, otros dos de lesiones y tres lesiones leves a las penas de 15 años de prisión, prohibición de aproximación a distancia inferior a 200 metros de los perjudicados, prohibición de comunicación con ellos por espacio de 20 años y una multa de tres meses con cuota diaria de 6 euros.
Además, deberá pagar casi 14.500 euros al propietario de la vivienda que incendió por los daños causados en el inmueble y otras cantidades menores por las lesiones sufridas por las personas que se encontraban en ese momento en la casa y que tuvieron que ser atendidas en el hospital por distintas dolencias.
Todo este problema, según se desprende de la sentencia del alto tribunal andaluz, surge por la disputa entre dos familiares que reclaman para sí la propiedad de una vivienda situada en la calle Hebrón. Uno de ellos, Tarik M.M., sobre las tres de la madrugada del 6 de diciembre de 2022 entró subrepticiamente en la casa donde dormían sus tíos, una prima y la hija de ésta. Una vez dentro, prendió fuego en la planta baja.
Sin embargo, otro de sus primos e hijo del matrimonio, de nombre Karim M.M., regresaba a esas horas de la madrugada a su casa cuando se percató del fuego y alertó a gritos a sus padres mientras un sujeto salía de la vivienda "intentando esconder el rostro con una persiana", aunque no impidió que Karim M.M. reconociera la cara de Tarik M.M.
La familia se vio obligada a refugiarse en la azotea dada la extensión que había alcanzado el incendio cuando llegaron varios policías locales, que consiguieron evacuar a estas personas. Posteriormente, los bomberos se encargaron de extinguir las llamas.
El caso es que todos los miembros de la familia necesitaron atención médica en el hospital, donde fueron tratados con oxigenoterapia y deel trastorno de estrés agudo que presentaban, crisis de ansiedad e inhalación de humo.
El citado Tarik no era la primera vez que protagonizaba un incidente en relación con esa vivienda en concreto, cuya propiedad reclamaba para su familia. Varios meses antes ya había pedido a gritos que se le dieran las llaves suscitándose un episodio de agresividad que los vecinos apaciguaron. Se da la circunstancia, además, de que este joven cuenta con antecedentes penales.