Será antes de finales de año tal y como lo anunció ayer el secretario general del PSME, Dionisio Muñoz, quien aplaudió la gestión realizada por Antonio Mª Claret.
El emblemático edificio del Banco de España en Melilla, cerrado el pasado 31 de mayo, volverá a abrir sus puertas para albergar la sede institucional de la Delegación del Gobierno. Será antes de finales de este año a raíz de las gestiones realizadas por el delegado del Gobierno en Melilla, Antonio María Claret, con el Gobierno central. El Ministerio de Administraciones Públicas se hará cargo de este edificio tal y como explicó ayer el secretario general del Partido Socialista de Melilla, Dionisio Muñoz, en rueda de prensa.
Muñoz no dudó en alabar las gestiones realizadas por Claret en una acción “ágil, rápida y eficaz” con el objetivo de que un edificio tan emblemático y “singular” como la sede del Banco de España “no estuviese mucho tiempo cerrado, para que no se deteriore ni que se le diese un fin no adecuado”, apuntó.
Además, el líder socialista melillense añadió que la iniciativa del delegado del Gobierno en la ciudad ha sido en “defensa del patrimonio local” y que, dada la importancia que ha tenido para Melilla, no podía destinarse a un fin “que rebajara su estatus”.
En este sentido, reiteró que el delegado del Gobierno, tras el cierre del inmueble a causa de la reorganización de medios del Banco de España, “se puso manos a la obra” y negoció con el Ministerio de Administraciones Públicas para “asegurar el futuro del edificio”.
Muñoz afirmó que hay un 95 por ciento de probabilidades de que la mudanza se realice antes de finales de este año, según comunicó el propio delegado al líder socialista.
El Banco de España decidió reestructurar su red de sucursales con el objeto de mejorar la eficiencia en el uso de los recursos económicos y humanos de que dispone dentro de la línea de austeridad impuesta por la situación económica del país. Una decisión que provocó el cierre de las sietes sucursales con menor actividad del país, entre ellas Melilla.
Desaparecieron también las situadas en Ceuta, Logroño, Pamplona, San Sebastián, Santander y Toledo, por lo que sólo está presente en quince ciudades; Alicante, Badajoz, Barcelona, Bilbao, La Coruña, Las Palmas, Málaga, Murcia, Oviedo, Palma, Sevilla, Tenerife, Valencia, Valladolid y Zaragoza.
El coste anual conjunto de estas siete sucursales supone el 16 por ciento de los costes totales de la red, incluyendo los de personal, mantenimiento, materiales, servicios externos, seguridad, amortizaciones y otros gastos.