El Consejo de Gobierno ha dado luz verde este viernes a la decisión de pedir al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible que se declaren como Obligación de Servicio Público (OSP) las líneas aéreas de Melilla con Málaga y Madrid, según ha confirmado a El Faro el propio presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda.
Conseguir ese objetivo es una vieja aspiración de los populares, que han presentado distintas iniciativas parlamentarias en ese sentido, aunque ninguna de ellas ha prosperado hasta el momento. Ya en 2020 solicitaron que el Gobierno nacional incluyera en los presupuestos generales una partida económica destinada a financiar el contrato público para la empresa que realizara el trayecto aéreo con Málaga y Madrid, si bien no obtuvo eco alguno en el Ejecutivo de Pedro Sánchez.
A finales del pasado mes de enero, la portavoz del Gobierno autonómico, Fadela Mohatar, insistió en la necesidad de que se aplique esa situación de OSP a las dos rutas que soportan el mayor tráfico aéreo de la ciudad y ha sido este viernes cuando el Consejo que preside Imbroda ha dado carácter definitivo y formal a la propuesta, que se hará llegar a Madrid a comienzos de la próxima semana, concretamente al Ministerio que dirige Óscar Puente.
En ese sentido, el vicepresidente primero y consejero de Turismo, Miguel Marín, recordó que los vuelos a Málaga y Madrid suponen el 65% del tráfico que tiene como inicio o destino Melilla y resaltó que ni los melillenses ni los no residentes que quieran viajar a la ciudad “podemos estar al albur de oscilaciones de precios tan desproporcionadas” que se producen, sobre todo en los períodos en que hay más demanda de billetes, caso de lo meses de verano, Navidad y Semana Santa, sin contar con los puentes que existen a lo largo del año.
Marín insistió en el argumento de que Melilla no tiene otro modo de estar conectada con el resto del territorio nacional que mediante el barco o el avión y, en consecuencia, debe tener una consideración especial por parte del Gobierno central.
“Las comunicaciones para nosotros son esenciales, fundamentales, básicas. No tenemos más que el barco o el avión para poder desplazarnos mientras que otros españoles disponen de todo tipo de alternativas, desde el coche a la alta velocidad, pasando por trenes convencionales, autovías, autopistas y autobuses”.
El consejero popular recordó que los medios de transportes resultan vitales para el desarrollo socioeconómico de la ciudad y para una industria como el turismo, que depende prácticamente de poder ofrecer comunicaciones modernas y a precios competitivos. “Si se fijara la OSP para esos vuelos, habría unos precios máximos, lo cual cambiaría completamente el panorama”, precisó.
A ese respecto se reiteró en que si Melilla quiere revitalizar su economía implantando un nuevo modelo productivo, necesita una mejora sustancial de los transportes y de los precios para viajar. “Si queremos convertir a esta ciudad en un destino de inversión, no hay más remedio que empezar por los medios de comunicación con la península”.
La realidad indica que las empresas que quieren invertir en Melilla “también quieren y buscan unos transportes ágiles y baratos y eso también un factor determinante para que las empresas que decidan implantarse en nuestra ciudad puedan hacerlo con las mayores garantías”.
Para Miguel Marín, resulta evidente que Melilla necesita un nuevo modelo productivo después del cierre de la aduana comercial en el año 2018 e implantar uno nuevo implica necesariamente la mejora de los transportes.
“Este nuevo modelo económico que queremos implementar en la ciudad depende muy mucho de nuestras comunicaciones en general y de las aéreas en particular. De ahí la decisión adoptada por el Consejo de Gobierno”.
Se trataría, explicó, de fijar el número de frecuencias mínimas en los vuelos con Málaga y Madrid, así como unas tarifas máximas que impidan oscilaciones en el mercado en función de un aumento de la demanda.
Miguel Marín apuntó que en 2017 se iniciaron las gestiones para que los destinos a Sevilla, Granada y Almería fueran regulados a través de una OSP que afectó de forma muy positiva a esos vuelos, mediante el contrato público que se firmó con la empresa Air Nostrum, proveedora del servicio.
“Vamos a utilizar el mismo formato que usamos en su día ahora con estas líneas de Málaga y Madrid. Queremos que el Gobierno de España estudie nuestra propuesta, que la analice y lleve a cabo esa OSP”, manifestó.
Entiende Marín que se trata de una cuestión “de justicia” con los melillenses, a los que se debe facilitar la circulación por el territorio español.
“Si a lo largo de los últimos 40 años se han invertido en nuestro país miles de millones de euros en carreteras y trenes de alta velocidad, es de justicia que Melilla tenga transportes buenos y baratos, tanto para el residente como para el no residente”, argumentó.