La Asociación de Tropa y Marinería (ATME) ha anunciado que pedirá que a este colectivo se le reconzca ser profesión de riesgo, al entender que hay muchas facetas de la vida militar que pone en riesgo la vida y la salud de sus miembros. En ese sentido, recuerda que el pasado miércoles se aprobó en el Parlamento Europeo una iniciativa de la Confederación Española de Policía (CEP) para que se cree una directiva que considere como profesión de riesgo la de la Policía Nacional y de la Guardia Civil. "Si se consiguiera aprobar sería de obligado cumplimiento en todos los países miembros de la Unión Europea", recuerda la organización.
Recuerda ATME que las profesiones de riesgo son aquellas que, por la naturaleza de sus tareas, exponen a los trabajadores a peligros que aumentan significativamente la probabilidad de sufrir lesiones, enfermedades o incluso la muerte. Actualmente, en España, están incluidas como profesiones de riesgo los trabajadores de los servicios de emergencia (bomberos y personal de ambulancias), de salud y cuidados (médicos, enfermeras y auxiliares de enfermería), de construcción y manufactura (construcción y aquellos que manejan maquinaria pesada y materiales peligrosos) y transporte (pilotos, conductores de camiones y trabajadores ferroviarios).
Para establecer si ser militar o no es una profesión de riesgo, la ATME apunta que aseguradoras como Mapfre así la consideran junto con el hecho de ser policías nacionales o guardias civiles. "Los militares no pueden quedarse atrás de este reconocimiento, ya que su profesión es de riesgo, como lo confirman los últimos fallecidos y hospitalizados en Cerro Muriano, los desactivadores de explosivos, los miembros de la Unidad de Emergencias o, entre otros, los marinos que próximamente pueden colaborar en la lucha contra el narcotráfico".
ATME va a solicitar, en primer lugar, al ministerio de Defensa que inicie los trámites para ese reconocimiento, así como contactará con las asociaciones y sindicatos de la policía y guardia civil para apoyar e intercambiar información sobre este tema. "Los militares se juegan su vida y su salud en muchas facetas de su trabajo. Por dignidad, para avanzar en sus derechos profesionales y por sus familias, ese riesgo debe estar reconocido", concluye.