Este Miércoles de ceniza la Iglesia Castrense celebró a las 21:00 horas el Vía crucis. El Vía crucis es una devoción, centrada en los Misterios dolorosos de Cristo, que se meditan y contemplan, caminando y deteniéndose en las estaciones que, del Pretorio al Calvario, representan los episodios más notables de la Pasión.
El Hermano Mayor de la Cofradía Castrense, Andrés Domínguez, manifestó que “este Vía crucis está organizado por la Agrupación de Cofradías de Melilla que empieza y termina en la Parroquia Castrense. El Miércoles de ceniza se celebra a lo largo de toda la Cuaresma y es el momento de conmemorar la pasión desde que Jesús es condenado a muerte hasta que resucita que es lo principal para los cristianos. Hay que quedarse no sólo con la muerte del Señor sino también con su resurrección”.
En la actualidad, son 15 las estaciones que se conmemoran, aunque en este Vía crucis que recorrió la Plaza de las Culturas sólo se llevaron a cabo 14. Durante el trayecto, cerca cien personas, acompañaron la talla del Cristo de la Vera Cruz con cánticos y rezos. “Más que una procesión propiamente dicha se van realizando cánticos y cuando nos paramos en las estaciones se reza una oración que dirige el señor vicario episcopal de Melilla, Eduardo Resa, y cada cofradía nos hacemos cargo de tres estaciones. Somos cinco cofradías y el orden suele ser por antigüedad y hacemos las estaciones donde nos toca, ya tenemos unos sitios marcados de otros y terminaremos en el Templo”, explicó el Hermano Mayor, Andrés Domínguez.
Gracias al buen tiempo, que caracterizó la manifestación religiosa, fueron muchos los feligreses que no quisieron perderse esta cita con la que se inicia la Cuaresma. Se trata de un momento de reflexión que llama a convertirnos y volver a Dios, un tiempo apropiado para purificarnos de las faltas, tiempo para creer, para recibir a Dios en nuestra vida y permitirle “poner su morada” en nosotros.
El periodo de Cuaresma empieza el día 14 de febrero y finaliza el 28 de marzo.