El cierre de la frontera entre Marruecos y España, a raíz del covid en 2018, supuso un antes y un después para los ciudadanos fronterizos. Fundamentalmente, en el ámbito económico, ya que, por poner un ejemplo, empleadas del hogar que trabajaban en Melilla perdieron su trabajo debido a esta decisión que, a día de hoy, todavía no se ha resuelto, lo mismo sucedió con electricistas, mecánicos o fontaneros. El sector del taxi también perdió clientes al igual que el turístico. En definitiva, la economía ha experimentado un descenso importante tras la falta de fluidez.
Aunque la frontera está abierta, si antes la espera podía estar en torno a la hora u hora y media, ahora los melillenses que quieren visitar a su familia en Marruecos deben esperar retenciones de hasta ocho horas, siendo más fluida la salida del país marroquí la entrada a España.
Este domingo nos acercamos hasta la frontera de Beni-Enzar y pese a ser mediodía las colas para acceder a Marruecos eran más que evidentes.
Frontera Inteligente
Se calcula que este año, entre en funcionamiento el Sistema de Frontera Inteligente, quedando sólo, en palabras de la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, equipamiento informático en el edificio de la entrada a Melilla, mientras que la edificación de salida a Beni-Enzar está a punto de concluir y sólo resta la instalación del equipamiento. En los Reglamentos de la UE se establece el Sistema EES para registrar los datos de entrada, salida y denegación de entrada relativos a nacionales de terceros países que crucen las fronteras exteriores de los Estados miembros.
Dentro de estas mejoras se dotará al puesto fronterizo de equipamiento tecnológico de última generación, que se ubicará en espacios cerrados y protegidos. Estas mejoras “van a permitir alcanzar los más altos estándares de calidad europeos e implicarán un salto de calidad en la seguridad para todos los usuarios del paso fronterizo, para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como para los peatones y vehículos que transiten", afirmó Moh.
Eje Madrid-Rabat
Los ministros españoles y marroquí, Albares y Burita se reunieron en 2023 en Rabat, en la que supuso la primera visita oficial del ministro español en la nueva legislatura, y uno de los puntos que trataron fue la reapertura de la aduana de Melilla, cerrada en 2018.
En una rueda de prensa conjunta, Burita aseguró que se procederá a una reapertura de los pasos en la que se aplicará “una fórmula común que se traduzca en una mejor”, tras lo aprendido con los ensayos hechos, y Albares contestó: “Por nuestra parte todo está listo para que puedan empezar a operar, no son necesarias más pruebas piloto”. “Hemos avanzado bastante en este ámbito", dijo Burita, preguntado por las aduanas y añadió que todos los compromisos de la hoja de ruta firmada en abril de 2022 entre el presidente del gobierno Español, Pedro Sánchez, y el rey Mohamed VI “van a ser implementados de forma clara”.
Dicha hoja de ruta se acordó tras la reconciliación bilateral que siguió a una crisis, de casi un año, y se produjo con el apoyo de Sánchez al Plan de Autonomía de Marruecos para el territorio del Sáhara Occidental.
Uno de los puntos más polémico, es la instalación de “dispositivos apropiados de control aduanero y de personas a nivel terrestre y marítimo”, que incluiría la reapertura de la aduana de Melilla.
Burita afirmó que el grupo de trabajo para avanzar en este tema es el que más reuniones ha celebrado y recordó que se han llevado a cabo tres experiencias piloto en las fronteras entre el territorio marroquí , así como en Melilla y Ceuta.
Los propósitos son bueno. Ahora lo más difícil. Ponerlos en marcha.
Colas de hasta 8 horas
Los resignados conductores que esta domingo se encontraban con sus vehículos a la entrada de la frontera de Beni-Enzar coincidían en señalar que los gobiernos de España y Marruecos “están condenados a entenderse”. En este sentido, reafirman que es “una necesidad urgente”.
Marruecos ha tenido cerradas las fronteras terrestres con España, en Ceuta y Melilla, desde el 13 de marzo de 2020 hasta el 17 de mayo de 2022. El paso está permitido a los residentes de la UE, personas con visado europeo o trabajadores marroquíes que tengan contrato en alguna de las ciudades españolas.