La temporada de verano se inicia este viernes y se prolongará hasta el 31 de agosto. Los consumidores tendrán más surtido donde elegir debido a las pocas ventas de estos días. El presidente de la Asociación de Comerciantes de Melilla (Acome), Enrique Alcoba, se muestra esperanzado de que el primer mes de las rebajas de verano, que se inician este próximo viernes día 1 de julio y que duran hasta el 31 de agosto, sean buenas para los empresarios melillenses.
Sin embargo, según su opinión, las de este año van a “ser buenas para los consumidores y no tanto para los empresarios”.
En este sentido, comentó que el sector se ha visto perjudicado por la tardanza en la entrada del calor, lo que ha motivado que las ventas de prendas de temporada no hayan sido muy numerosas.
Por el contrario, “este hecho va a permitir, a los consumidores, que tengan más prendas y más tallas donde elegir”, tal y como aseguró Alcoba.
“Los diseñadores y modistos cambian todos los años de moda y ello implica que los comerciantes tenemos que liquidar toda la mercancía de este año porque para el próximo ya no sirve”, argumentó.
Respecto al porcentaje de descuentos en las prendas será de entre el 30 y el 40 por ciento en los quince primeros días e irá aumentando progresivamente hasta un 70 u 80 por ciento para acabar con las existencias, aunque estos porcentajes son aproximados, pues los comerciantes, desde hace tiempo, tiene la libertad de establecer el porcentaje de rebajas que mejor consideren para sus negocios. “No existe una norma común”, aclaró Alcoba, quien por otro lado, pidió a los consumidores que lean muy bien la letra pequeña y no se dejen engañar cuando se encuentren con grandes descuentos del 70 por ciento.
Al hilo dijo que el comerciante está obligado a colocar el precio inicial, el precio actual de la prenda rebajada o el porcentaje de descuento que se le aplica.
Sin embargo, respecto a la devolución de dinero o cambio por otra prenda, Alcoba aclaró que el comerciante no está obligado a realizarlo salvo en el caso de que la mercancía en cuestión tenga algún defecto o tara.
“Es cierto que muchos establecimientos descambian las compras o incluso devuelven el dinero, un poco en atención a sus clientes, pero debe quedar claro que ésta no es una obligación del empresario, que como he dicho, sólo la tiene en caso de que la prenda tenga algún defecto”, matizó.
A pesar de todo, confía en que tanto unos –empresarios– como otros –consumidores– obtengan unos buenos resultados en estas rebajas, “porque la crisis está durando mucho y seguimos sin saber hasta cuándo va a durar, a pesar de que se marque para su final al terminar el verano”.
En este sentido se refirió al cierre recientemente de Mango, una conocida marca de ropa que no ha terminado de cuajar en Melilla.
Alcoba reconoció que la ciudad “es singular” y el comercio que normalmente triunfa “es el de saldo. Las franquicias que vienen se mantienen con precios baratos o muy rebajados”. Además señaló que marcas de renombre no pueden ofrecer unos productos en Melilla y otros en la península, “que era lo que pasaba en concreto con esta marca”, lo que sin duda provocaba que muchos clientes acudieran a tiendas de Málaga o Sevilla a adquirir esas prendas.
El deseo de Alcoba, en todo caso, es que todas las grandes tiendas de moda que se encuentran en la península puedan abrir en el centro de Melilla, lo que sin duda animaría a los melillenses a realizar sus comprar aquí y no fuera; un deseo que por otro lado reconoce difícil por la idiosincrasia de esta ciudad y sus ciudadanos, que a la mínima oportunidad abandona un fin de semana Melilla para pasarlo en otros puntos de España.