Con tal motivo se van a desarrollar una serie de actos que tendrán lugar en la base militar de Alfonso XIII de Melilla. Continuando con las reseñas históricas sobre las Fuerzas Regulares que dejamos en el artículo de ayer, en la toma del Gurugú y la salvación de Melilla, esta segunda entrega abarca los años 1923 al 1935, desde el desembarco de Alhucemas, considerado el principio del fin de la guerra de África, hasta la finalización de la Guerra Civil. Durante este período y debido a la multitud de hechos heroicos y acciones destacadas que estas fuerzas realizan en combate, se le concedieron a los cinco Grupos existentes en esos momentos, llamados los ‘Grupos históricos’ de Regulares el derecho a tener una Bandera propia. La actual Bandera del Grupo de Regulares de Melilla nº 52 fue donada por la ciudad de Melilla en el año 2002, tras una iniciativa de suscripción popular de la Real Congregación de Nuestra Señora de la Victoria, de la que el Grupo de Regulares es Hermano Mayor Honorario.
Desembarco de Alhucemas (1925)
El 8 de septiembre de 1925 se lleva a cabo en la bahía de Alhucemas el primer desembarco anfibio de la historia bélica. Participaron entre otras unidades de desembarco los Grupos de Fuerzas Regulares Tetuán nº 1 y Melilla nº 2 cada uno con tres tabores de infantería.
Último combate (1927)
En el último incidente de la llamada Guerra de Marruecos, el 26 de mayo de 1927 en Tagsut, un grupo de “huidos” rifeños ataca el destacamento guarnecido por dos compañías de Regulares de Melilla. El Alférez don Antonio García de la Serrana García, que ha sucedido en el mando al Teniente Jefe, muerto en los primeros momentos, lo defiende heroicamente hasta la muerte. De la guarnición sólo queda con vida un soldado. El Alférez García de la Serrana sería el último Laureado de Regulares en esta guerra.
Entrega de Banderas (1923-1929)
La custodia y defensa de la Bandera Nacional es el más alto honor y orgullo que cualquier unidad militar pueda tener. Las Fuerzas Regulares, como unidad de nueva creación, estuvieron combatiendo los primeros años de su historia sin poseer una Bandera propia hasta que, en reconocimiento de sus méritos, se la ganaron por derecho propio. Las fechas de concesión y sus datos de la entrega fueron los siguientes:
Al Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas Tetuán nº 1 el 12 de enero de 1925. Donada por la Ciudad de Tetuán, fue madrina su Alteza Real la Infanta Beatriz, representada por la Baronesa de Casadavalillo. Presidió el acto el Excmo. Sr. D. Miguel Primo de Rivera y Orbaneja, Presidente del Gobierno y Alto Comisario de España en Marruecos.
Recibió la bandera el Teniente Coronel Martínez Monje como Jefe del Grupo.
Al Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas Melilla nº 2 el 12 de febrero de 1926.
Donada por el Ayuntamiento de Málaga, fue Madrina S.M. la Reina Dª Victoria Eugenia. Recibió la bandera el Teniente Coronel Escalera Hosperuel como Jefe del Grupo.
Al Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas Ceuta nº 3 el 27 de mayo de 1923.
Entregada por el Duque del Infantado en el Parque del Retiro (Madrid). Recibió la bandera el Teniente Coronel Álvarez Arenas como Jefe del Grupo.
Al Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas Larache nº 4 el 16 de octubre de 1922. Esta fue la primera bandera concedida a las Fuerzas Regulares.
Donada por el Ayuntamiento de Sevilla, fue Madrina S.M. la Reina Dª Victoria Eugenia. Recibe la bandera el Teniente Coronel González Carrasco como Jefe del Grupo.
Al Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas Alhucemas nº 5 el 8 de octubre de 1929 en el campo de aviación de Tetuán. Donada por el Ayuntamiento de Zamora, fue Madrina la Srta. María Sacristán. Recibe la bandera el Teniente Coronel Bautista Sánchez González como Jefe del Grupo.
Acontecimientos Asturias (1934)
En octubre de 1934 estalla la revuelta de Asturias y ante la gravedad de la situación, el gobierno de la II república ordena la salida de Ceuta del III Tabor del Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Ceuta nº 3, entre otras fuerzas, desembarcando en Gijón donde toma parte en la operación sobre algunos reductos rebeldes, marchando seguidamente a Oviedo donde sufrió numerosas bajas, entre ellas las del Comandante Ruiz Marset, Jefe del Tabor. Finalizadas las operaciones, regresa el día 20 de noviembre del mismo año a Ceuta.
Compañía de ametralladoras de regulares en posición durante las operaciones de recuperación del territorio. Zona de Nador (1923).
1936-1939
Puente aéreo entre Marruecos y la Península (1936)
Desde los aeródromos militares de Marruecos, Tauima-Nador, Sania-Ramel y Auamara fueron enviados a la península la práctica totalidad de los efectivos de los cinco Grupos de Regulares, así como otras unidades del Ejército en Marruecos.
Llevado a cabo entre los meses de septiembre y noviembre de 1936, fue una proeza para la época, realizándose alrededor de 900 vuelos y transportando más de 23.000 hombres y por encima de 300.000 kilogramos en materiales diversos.
Regulares en el aeródromo de Sania Ramel (Tetuan) en espera de embarcar en los Junkers que les transportarán a la península (1936).
Guerra Civil española (1936-1939)
Durante la guerra civil participan los cinco Grupos de Regulares: Tetuán nº 1, Melilla nº 2, Ceuta nº 3, Larache nº 4 y Alhucemas nº 5.
Iniciada la guerra, cada Grupo iba aumentando el número de Tabores de forma muy rápida, los cuales, tras su adiestramiento, iban siendo enviados a la Península donde fueron encuadrados en las Divisiones que se encontraban en campaña. Fueron once los Tabores que llegó a tener cada Grupo, actuando siempre como fuerzas de vanguardia en todas y cada una de las acciones en que participaron.
Personal de Regulares de maniobras en el Llano Amarillo (Ketama 1936)