El presunto autor del accidente que ocurrió la pasada semana en la calle Castelar y que se dio a la fuga ha sido localizado por los agentes de la Policía Local, según han asegurado fuentes oficiales del cuerpo. El individup ha sido imputado por dos delitos contra la seguridad vial: uno de ellos por abandonar el lugar del accidente y el segundo por conducir de forma temeraria; sin embargo, no quedó detenido.
El accidente se produjo el pasado miércoles sobre las cinco y media de la tarde cuando una furgoneta blanca subía en dirección contraria por la calle Castelar y embistió a una motocicleta que circulaba correctamente. Además, se llevó por delante a varios vehículos que se encontraban aparcados en la zona. Testigos de lo sucedido afirmaron que la citada furgoneta habría intentado adelantar a varios coches rozándolos, aún siendo una vía de único sentido, y chocando finalmente con una motocicleta.
Como resultado del accidente, la motocicleta cayó al suelo con el conductor, que tuvo que ser atendido por los servicios de emergencias. Tal y como fue testigo El Faro, el hombre de mediana edad se adolecía de un golpe en las lumbares aunque se encontraba consciente en el momento de la llegada de los sanitarios. Minutos más tarde ha sido trasladado al Hospital Comarcal en una ambulancia.
Hasta allí se desplazaron varios agentes de la Policía Local de Melilla que estuvieron analizando las pruebas del accidente. Durante el choque no solo se han lamentado daños personales sino que la furgoneta habría dejado un reguero de daños materiales a su paso. Varios vehículos que se encontraban estacionados en las inmediaciones también recibieron golpes, así como los vehículos a los que habría querido adelantar presuntamente.
En el lugar de los hechos se podían observar decenas de piezas de los vehículos que se han visto implicados esparcidos por la carretera. La matrícula de uno de ellos, así como parte de un parachoques y otras piezas estaban dispersas por la vía.
Asimismo, fueron muchos los curiosos que se asomaron desde los balcones de sus casas al oír el estruendo que provocó el accidente. De igual manera, tras el suceso, algunos melillenses que se encontraban próximos al accidente acudieron rápidamente al lugar.
Por lo que está mal afearle su proceder, así es que no se os ocurra identificarlo con su nombre, pues eso sería marginarlo y hay que ser discreto, ante estas situaciones, llegando a ser lo más apacible y mucho menos, reflejar su diagnóstico.