Los agentes de la Guardia Civil destinados en el puerto también se incautaron de más de 110 kilos de droga ocultos en tres vehículos que iban a embarcar hacia la península. Un joven melillense de 22 años fue arrestado acusado de tráfico de estupefacientes cuando se disponía a embarcar en la tarde del pasado martes en el buque rápido con destino a Málaga. El detenido portaba en su equipaje tres bocadillos envueltos en papel de aluminio en cuyo interior los agentes de la Guardia Civil descubrieron doce pastillas de ‘polen de hachís’ con un peso total de 1.200 gramos.
El sospechoso, M.S.E.B, junto a otros tres detenidos en días anteriores, fue puesto a disposición judicial junto al total de la droga intervenida, unos 113 kilos.
La primera intervención, la más importante en cuanto a la cantidad de droga incautada, tuvo lugar durante el control de embarque de vehículos en el buque de Almería. Los agentes descubrieron en un Renault Velsatis con matrícula holandesa 209 pastillas de ‘polen de hachís’, de distintas formas y tamaños y con un peso superior a 68 kilos. El conductor del automóvil, un marroquí de 45 años con domicilio en Holanda, fue arrestado. El estupefaciente iba oculto en un doble fondo realizado en el suelo del vehículo.
Posteriormente, el pasado viernes, los agentes hallaron 45 paquetes de ‘resina de hachís’ en un Citroen ZX. La droga tenía un peso de 12.750 gramos. En esta ocasión el estupefaciente había sido escondido en el depósito de combustible del turismo. También fue arrestado su conductor, un español de 46 años con domicilio en las Islas Baleares.
El último arrestado un holandés de 45 años que en la tarde del martes pretendía embarcar en el buque de Málaga. El vehículo que conducía, un Mercedes 307D con matrícula de Holanda, transportaba 56 paquetes de diferentes formas y tamaños ocultos también en el depósito de combustible. La droga, ‘polen de hachís’, tenía un peso superior a los 30 kilos.