Entre los distintos temas medioambientales que tiene pendiente Melilla, el abandono de residuos electrónicos es otro de los puntos. Una situación que desde la asociación Guelaya Ecologistas en Acción no han dudado en denunciar, recordando que con este tipo de actos se infringe la ley además de perjudicar el entorno natural.
El abandono de residuos en zonas verdes no es una novedad; ya ocurre con los neumáticos, por ejemplo, una larga batalla que viene librándose desde hace tiempo en la ciudad. Los ecologistas recuerdan que el real decreto sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos obliga a que, independientemente del establecimiento en el que se adquieran los electrodomésticos, tiene la obligación de recoger el antiguo, es decir, el que se desecha.
Sin embargo, desde Guelaya lamentan que esta es otra de las leyes que, por desgracia, no se cumplen en la ciudad autónoma y deja un terrible paisaje en los entornos naturales que tiene Melilla. “El resultado es que neveras y lavadoras viejas se amontonan en nuestras zonas verdes con la consiguiente peligrosidad y contaminación”, señala la entidad.
Además, denuncian que en este caso se han desecho de los electrodomésticos en una zona privada, por lo que, aunque los propietarios no son responsables del vertido sí lo son de su retirada. “Si de verdad queremos un cinturón verde tendremos que implicarnos toda la ciudadanía sin excepción. Nuestra ciudad bien lo merece”, afirman desde la organización.
Los residuos electrónicos incluye una amplia gama de productos como aparatos domésticos (televisores, lavadoras, secadoras, frigoríficos...), electrodomésticos, equipos de oficina (impresoras o fotocopiadoras), equipos industriales e incluso juguetes electrónicos y videojuegos. Productos que, con las nuevas tecnologías, cada vez se usan más a diario y cuya producción ha ido en aumento en los últimos años.
Estos residuos contienen materias primas como cobre, aluminio, oro o neodimio, que pueden reciclarse y recuperarse, protegiendo así los recursos naturales y la propia salud, pues estos aparatos contienen en muchas ocasiones sustancias tóxicas. Por ese motivo, el real decreto 11072015 tiene por objeto regular la prevención y reducir los impactos adversos que generan estos residuos en el la salud humana y el medio ambiente.
Asimismo, determina su recogida y tratamiento para su correcta gestión. Se recomienda que los residuos electrónicos tengan un segundo uso para que su vida sea lo más prolongada posible por diferentes vías y, en caso de que ya hayan llegado a su fin, deben ser recogidos y en ningún caso podrán ser abandonados en la vía pública.