Son muchos los melillenses que han empezado a desconfiar abiertamente de Gaselec después de recibir facturas atrasadas, en su mayoría correspondientes a un período comprendido desde finales de 2009 hasta mediados de 2010, y que no se explican cómo y por qué se les cobra ahora un consumo tan atrasado, cuando precisamente Gaselec no duda en avisar de posibles cortes en el suministro en cuanto comprueba el impago de alguna factura. Las razones de lo sucedido las explica en esta misma edición el presidente del Grupo Gaselec, quien reconoce el error informático y de mala praxis en la gestión administrativa del departamento de facturación de su empresa, al tiempo que subraya los modos en que se irán pasando a los usuarios esos recibos atrasados, con el fin de no colapsar las economías domésticas.
La casuística como explica Cabanillas ha sido amplia y más allá del error de Gaselec implica también a aquellos abonados que, impasiblemente, han dejado trascurrir en algunos casos hasta doce meses sin reaccionar ante la evidente falta de los recibos de la luz. En otros casos, se han dejado de facturar un par de meses que, fácilmente, han podido motivar el despiste.
Ahora se ofrecen descuentos para quienes los paguen de una vez y el compromiso de Gaselec de no acumular más de un recibo atrasado por mes junto al correspondiente a la nueva mensualidad. Una medida que posiblemente no satisfará a todos pero que al menos intenta mitigar el posible perjuicio por un error achacable tan sólo a Gaselec.