La indignación crece entre los melillenses porque el transporte básico, el marítimo, que goza de garantía de servicio público y que está subvencionado mediante contrato con el Estado por parte de la transportista Acciona-Trasmediterránea, se está convirtiendo en carísimo además de ofrecer una pésima calidad en general y en especial en la línea con Almería.
Quienes han empezado a programar sus vacaciones han comprobado que no existen paquetes ahorro para viajar en fines de semana. O se desplazan y vuelven entre un lunes y un jueves, o los billetes se les encarecen en unos 200 euros.
Todo lo anterior sin menospreciar que una vez a bordo es práctica común que la transportista ofrezca los camarotes que con antelación da por agotados, eso sí a precios de no residentes.
Con ocasión del nuevo contrato de servicio público que deberá entrar en vigor en octubre, se nos ha prometido que serán muchas más las plazas subvencionadas y los precios en todos los casos limitados, para evitar que suban en época de mayor demanda. Pero lo cierto es que muy pocos confían en un nuevo contrato que se dice hecho a medida de Acciona Trasmediterránea. En todo caso, hay que trabajar para que la situación cambie, porque es una triste guasa que quien quiera aprovechar al máximo sus vacaciones tenga que pagar entre 500 y 600 euros por ponerse con su coche en Málaga y asegurarse su retorno a Melilla.