P royecto Melilla organiza esta semana un seminario sobre las experiencias empresariales hispano-marroquíes y las oportunidades que ofrece para ambos países la colaboración seria y decidida, alejada de los discursos demagógicos y de las proclamas políticas. Las posibilidades que ofrece Marruecos para los emprendedores españoles abarcan todos los sectores económicos. Sin embargo, falta un empuje político decidido para que se pueda desarrollar una verdadera colaboración que deje aparcados los viejos recelos para que los dos países disfruten de un amplio campo de oportunidades.
La sociedad marroquí necesita del impulso de las empresas españolas y éstas buscan nuevos mercados en los que expandir sus negocios. Sin embargo, hasta ahora esta apuesta parece estar sólo al alcance de los grandes. Para los medianos y pequeños emprendedores es una aventura que difícilmente se llegan a plantear. Quizás teman no encontrar en el país vecino el sosiego de la seguridad jurídica a la que están habituados en España.
Iniciativas de esta envergadura no son posibles para las pequeñas y medianas empresas que actúan en solitario y con recursos limitados. Este tipo de empresarios, los que nunca acompañan a los jefes de Estado en las visitas oficiales o misiones comerciales, necesitan de un apoyo más cercano que les ayude a solventar imprevistos. De otra manera, Marruecos continuará siendo un opción demasiado arriesgada.