La dirección de la entidad ha decidido optimizar sus recursos económicos y humanos, lo que conllevará el cierre de las siete sedes con menor actividad del territorio nacional · La de la Ciudad Autónoma de Ceuta también desaparecerá.
El Banco de España ha decidido reestructurar su red de sucursales con el objeto de mejorar la eficiencia en el uso de los recursos económicos y humanos de que dispone, una decisión que conllevará el cierre de las sietes sucursales con menor actividad del país, lo que incluye a la de Melilla, que echará el cierre el próximo 31 de mayo.
Además, también desaparecerán las situadas en Ceuta, Logroño, Pamplona, San Sebastián, Santander y Toledo. Por consiguiente, a partir de junio, la red de sucursales abarcará tan sólo quince ciudades; Alicante, Badajoz, Barcelona, Bilbao, La Coruña, Las Palmas, Málaga, Murcia, Oviedo, Palma, Sevilla, Tenerife, Valencia, Valladolid y Zaragoza.
No obstante, el Banco de España aprobó un protocolo para acordar con el Ministerio de Economía las condiciones del traspaso de los edificios de las siete sucursales que cesarán sus operaciones a Patrimonio del Estado, que será el encargado de decidir el uso que se dará en el futuro a estos inmuebles. En Melilla, el Gobierno de la Ciudad Autónoma ya expresó su deseo de ocuparse del edificio si desde la Administración central no se le daba ningún uso, aunque por el momento no se ha anunciado que clase de proyecto se planea para el local.
Entre los principales motivos alegados por la entidad bancaria para cerrar estas sucursales es que tiene la obligación de utilizar los recursos que administra “con la mayor eficiencia posible”, especialmente en el actual contexto de austeridad en la Administración Pública.
En este sentido, el coste anual conjunto de las siete sucursales que cesarán sus operaciones el 31 de mayo supone el 16 por ciento de los costes totales de la red, incluyendo los de personal, mantenimiento, materiales, servicios externos, seguridad, amortizaciones y otros gastos.
Sin embargo, sólo prestan el 9,3 por ciento del total de los servicios realizados por las sucursales.
De todas las funciones asignadas al Banco de España por la normativa vigente y por su pertenencia al SEBC, las sucursales sólo participan en dos de ellas, las relacionadas con la emisión y puesta en circulación de los billetes y las relativas a su propia administración.
De estas dos tareas, la de mayor relevancia y a la que se destinan más recursos es la operativa con efectivo (custodia de fondos, ingresos y pagos en billetes y monedas y su tratamiento, canje de pesetas por euros, tratamiento de billetes falsos y remesas de efectivo).
Funciones con el efectivo.
En la actualidad, sólo dos de estas siete sucursales, Melilla y Ceuta, realizan funciones relacionadas con el efectivo, pero su volumen es escaso a pesar de que prestan servicio de caja a las entidades de crédito. En las otras cinco sucursales, que no prestan ese servicio, el tratamiento de efectivo es prácticamente inexistente.
En conjunto, estas siete sucursales realizan un siete por ciento de las tareas relacionadas con el efectivo que se producen en las 22 sucursales.
Las operaciones se tramitarán por vía telemática
Los principales servicios que se darán a través de la entidades de crédito una vez se cierre la sucursal de Melilla serán, principalmente, de caja a las entidades y el tratamiento de billetes, los servicios más relevantes del Banco de España y que concentran la mayor parte de los recursos de personal de la red de sucursales.
A partir de 2005 comenzó a funcionar una nueva operativa de ingresos y pagos para las entidades, el Sistema de Depósitos Auxiliares (SDA), gestionado por las propias entidades con la intermediación de las compañías de transporte de fondos, que supuso una reducción de los costes para las entidades y una ampliación del horario de prestación de servicios.
Actualmente, se está tramitando su implantación en Ceuta y Melilla para garantizar el servicio de caja a las entidades de crédito. Los otros servicios, referidos a la gestión de cuentas corrientes, transferencias, compensación de cheques y demás podrán realizarse por medios telemáticos.
En cuanto a los servicios prestados por parte de la Administración pública, se trata de la gestión de las cuentas corrientes y depósitos de las que son titulares las diversas administraciones. Esta operativa, que ha ido sufriendo un paulatino descenso en los últimos años en toda la red, podrá seguir realizándose por medios telemáticos o a través de las entidades de crédito. Como regla general, los saldos de estas cuentas y depósitos serán trasladados a las oficinas centrales de Madrid y sus titulares podrán seguir disponiendo de ellos en las mismas condiciones.
En los servicios prestado a público, como el canje de pesetas por euros y el cambio de billetes y monedas euro por otros de distinto valor, podrán seguir realizándose, de forma presencial, en el resto de las sucursales y las dependencias centrales de Madrid. Para el resto de operaciones, no será necesaria la presencia física de los clientes.