El director provincial del Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEyFP) en Melilla, Juan Ángel Berbel, ha condenado la agresión sufrida por un menor en las instalaciones del Instituto ‘Virgen de la Victoria’ en el período de recreo. “Estamos muy concienciados y sensibilizados desde el ámbito docente y condenamos y nos causa repulsa que se produzcan este tipo de actuaciones en nuestras instalaciones educativas”, ha señalado.
El máximo responsable del MEyFP en nuestra ciudad ha explicado que el equipo directivo del centro comunicó a la Dirección Provincial los hechos “indicándonos que ya se han arbitrado las medidas contempladas dentro del reglamento de régimen interno que tienen a su disposición todos los centros educativos”.
En concreto el centro ha expulsado a tres alumnos que agredieron al menor y ahora será la Inspección Educativa la que una vez valorado y estudiado el caso, tomé las medidas pertinentes.
Tal y como ha explicado Berbel, los centros educativos, cuando se inicia el curso, tienen una jornada inaugural donde se reúnen con el equipo directivo, docentes, alumnado… y “les recuerdan cuáles son las normas de organización, funcionamiento y normas de convivencia que son aplicables en ese centro educativo”.
“Todos los centros educativos cuentan con un Plan de Convivencia, de acuerdo a lo que marca el artículo 124 de la LOE, donde se recoge la valoración del estado de la convivencia en el centro, teniendo en cuenta sus características y las de su contexto; los valores de convivencia y los objetivos y prioridades en relación con el proyecto educativo de este centro; la concreción de derechos y deberes del alumnado y del resto de la comunidad educativa; las pautas para que se elaboren las normas de aula; y las normas de convivencia”, ha relatado.
Dichas normas de convivencia se concretan en cuestiones tales como las estrategias y actuaciones para la prevención y resolución pacífica de conflictos, con especial atención a las actuaciones de prevención de violencia de género, igualdad y no discriminación.
Las medidas correctoras aplicables en caso de incumplimiento, que deberán siempre primar que sean de carácter educativo y recuperador, y tener en cuenta la situación y condiciones personales del alumnado. Estas deberán garantizar también el respeto a los derechos del resto del alumnado y procurarán la mejora en las relaciones de todos los miembros de la comunidad educativa.
En concreto, tal y como ha explicado Berbel, aquellas conductas que atenten contra la dignidad personal de otros miembros de la comunidad educativa, que tengan como origen o consecuencia una discriminación o acoso basado en el género, orientación o identidad sexual, o un origen racial, étnico, religioso, de creencia o de discapacidad, o que se realicen contra el alumnado más vulnerable por sus características personales, sociales o educativas, tendrán la calificación de falta muy grave y llevarán asociada como medida correctora la expulsión, que puede ser temporal o definitiva del centro, en caso de que sea una agresión muy grave o reiterativa de una serie de acosadores sobre una víctima, una persona agredida o personas sobre la que actúan de forma impune.
Siguiendo con el Plan de Convivencia, el Director Provincial ha señalado que las actividades que se programen con el fin de fomentar un buen clima de convivencia pueden ser tanto dentro como fuera del horario lectivo.
Dentro del horario lectivo, una vez que comienza el curso, la figura del tutor o tutora es relevante en este aspecto, puesto que “se abordan los posibles conflictos que puedan surgir intra-aula, en el que los alumnados tengan alguna serie de disputas que hay que resolver siempre de una forma adecuada, hablando, dialogando”.
En este sentido Juan Ángel Berbel ha dejado claro que uno de los principios de la comunidad educativa y que se aplica en toda las instalaciones educativas, tiene que ser el diálogo para la resolución de los conflictos. “Los conflictos se pueden presentar pero tenemos que evitar y disminuir en la medida de nuestras posibilidades cuando observamos una situación que puede llevar a alguna manifestación de agresión física o verbal y que tenemos que atajar”.
“Obviamente, en cuanto tenemos conocimiento de cualquier situación anómala, se actúa desde el ámbito docente o, en general, desde cualquier adulto trabajador del centro, si ve una situación donde se está produciendo una serie de hechos que son atípicos en cuanto a la convivencia que debe primar siempre como un valor a tener en cuenta dentro de los centros educativos”, ha concluido.
En el Bronks se suele decir quién busca problemas encuentra problemas
Y eso que no ha hecho mas que comenzar el curso!