El Ingesa y Delegación del Gobierno reciben a cuatro médicos residentes y a tres matronas para la continuación de su formación en Atención Primaria y en el Comarcal.
El Ingesa y la Delegación del Gobierno de Melilla recibieron ayer a los profesionales de medicina familiar y a las enfermeras matronas en una acto sencillo de bienvenida realizado en el Centro de Salud de la Zona Centro. El delegado del Gobierno, Antonio María Claret, ofreció un breve discurso a los alumnos en el que destacó que “tienes que saber la técnica y dominarla, pero si no tienes corazón, no eres un médico”.
El acto comenzó con unas palabras del director territorial del Ingesa, Antonio García Morillo, quien ofreció una calurosa bienvenida a los profesionales que se van a incorporar al sistema sanitario melillense.
En este sentido, se les hizo entrega de una cartera a cada uno de ellos por parte del delegado del Gobierno.
Melilla, centro de formación
El gerente de Atención Sanitaria de Melilla, José Esteban Sánchez, dedicó también unas palabras para este pequeño grupo de MIR en el que elogió el trabajo de los profesores y profesionales que harán de la formación de estos jóvenes su valor más destacado en los próximos meses, ya que ésta es la séptima promoción de enfermeras y la tercera de médicos de familia.
Les describió que el Comarcal tiene un conjunto de servicios mayores que el de otros hospitales de su categoría y confesó que nos le iba a faltar trabajo. También les pidió ilusión y esfuerzo para emprender esta etapa de formación.
Por último, el delegado del Gobierno insistió en su pequeña charla que a partir de este momento, este grupo de profesionales sanitarios iban a adquirir un compromiso con el sistema sanitario, pero que era aún mayor con las personas que iban a ser atendidas por ellos en las próximas semanas.
Claret informó al público presente en este acto que hace unos años el también fue residente en la especialidad de oftalmología, por lo que comprendía la situación de estos jóvenes.
Así, les ofreció una serie de consejos como que sin trabajo y esfuerzo no se consigue nada y que esperaba de ellos estos valores, que harán que consigan mejoras a nivel individual.
“El médico debe curar. Es su primera obligación, pero sino pudiera, debe procurar dar alivio, y si tampoco puede, al menos debe consolar”, explicó Claret a los presentes.
La mejora de la calidad de vida es la misión de estos jóvenes, tal y como resumió el delegado del Gobierno, quien también tuvo palabras para describir Melilla, de la que destacó la amabilidad de la gente y confesó que con el poco tiempo que llevaba destinado, ya estaba encantado de residir en esta ciudad.