Solo queda una oportunidad para que el Gobierno decida rectificar su postura respecto de la bonificación al 50% de las cuotas patronales de la Seguridad Social en Melilla, una medida que viene aplicándose desde 2004 y que ahora el Ejecutivo ha eliminado mediante un Real Decreto que entrará en vigor el próximo 1 de septiembre.
Será el martes, en el Consejo de Ministros, cuando el equipo de Pedro Sánchez tendrá la última oportunidad de modificar esa norma y que no llegue siquiera a ponerse en marcha. De lo contrario, entre el período necesario para constituir las cámaras legislativas, la investidura del nuevo presidente y la creación del Gobierno, llegará ese primero de septiembre que tanto empresarios como trabajadores del sector privado temen. Les afecta a ambos: a unos porque deberán pagar el doble de lo que tributan ahora a la Seguridad Social; a los otros, porque dejarán de percibir en sus nóminas la parte que les corresponde de esa bonificación.
Los socialistas aseguran que la subvención se mantendrá hasta el año 2026, cuando expire el Plan Estratégico y se haya establecido ya en Melilla un nuevo modelo económico. Sin embargo, lo cierto y verdad es que, hasta el momento actual, legalmente la bonificación expira el 1 de septiembre si el próximo martes no se remedia.
La CEME y los sindicatos melillenses, unidos en esta batalla, lanzaron en estos días una llamada de socorro al Gobierno pidiendo que se rectifique cuanto antes la normativa, el martes, en el último Consejo de Ministros, pero, por ejemplo, en Ceuta ya se ha publicado que no hay intención de hacer nada hasta el mes de septiembre cuando, además, es posible que el PSOE ni siquiera esté en el Gobierno.
A los empresarios de Melilla y Ceuta ya no les vale de nada que se afirme que ya no hay tiempo porque el Ejecutivo está en funciones y existe una Diputación Permanente en el Congreso para validar cualquier decisión. Además, recuerdan que han pasado meses desde que se llamó la atención sobre ese problema sin que se haya hecho nada.
Sería realmente interesante que el Gobierno tomara esa decisión aunque fuera a última hora y rozando el reloj. Demostraría a todos los melillenses y ceutíes que había voluntad política de arreglar un error que puede hacer mucho daño a nuestras economías y que se está por la labor de colaborar en todo lo necesario para que las dos ciudades autónomas salgan adelante.
Todos en Melilla estaremos muy atentos para ver qué va a pasar en ese último Consejo de Ministros porque de él va a depender en buena medida que en septiembre las cosas sigan como están ahora mismo y no entre en vigor una decisión que nunca se debió de haber tomado porque la bonificación del 50% de la Seguridad Social es un derecho adquirido que jamás debe soslayarse; muy al contrario, sería de gran interés para el empresariado y los trabajadores locales que incluso pudiera mejorarse.