La inflación está dando un respiro en España y Melilla no es una excepción. Hemos estado en el mercado para comprobar cómo evolucionan los precios de los alimentos en la ciudad y en principio hay una pequeña bajada, que notan los consumidores del Mercado Central.
Según nos cuentan estos melillenses, los precios de la comida se han estabilizado y en algunos casos han descendido ligeramente, lo que permite algo de alegría en el bolsillo.
Los dueños de las tiendas y de los puestos del mercado tienen otra visión muy distinta de las cosas. Se ven obligados a elegir entre mantener clientes o aumentar en algo su margen de beneficios. Y la verdad es que nuestros entrevistados son partidarios de no perder personas que consuman sus productos porque entienden que eso es mejor que aumentar el coste de la cesta de la compra.
Llegados a este punto cabría plantearse si una bonificación del 50% del transporte de los productos alimenticios no sería la medida definitiva que tanto vendedores como compradores están esperando. Hace unos meses, el propio presidente de la patronal melillense, Enrique Alcoba, hacía un llamamiento en el sentido de que la subvención se aplicar a algo tan prioritario como la alimentación. Sin embargo, predicó en el desierto porque su petición nunca se tuvo en cuenta.
Melilla es una ciudad especial que carece de huertas, de ganadería, de pesca. Está obligada a abastecerse desde fuera en todas las cuestiones relacionadas con el comer y, en consecuencia, la lejanía de los puntos de suministros no debería penalizar los costes. Es importante que se tuviera en consideración una rebaja en el transporte para poder abaratar estos productos, aunque fuera solo estos pero que resultan de primera necesidad.
Hemos visto durante prácticamente todo lo que llevamos de 2023 que la alimentación no para de subir en precios en nuestra ciudad. Nos lo decían los comerciantes y los consumidores, además de los porcentajes de inflación, siempre por encima de la media nacional.
Ahora que dice el PP que llevan en su programa electoral para las generales las especificidades de Melilla, sería muy interesante que se incluyera entre ellas que no somos autosuficientes para abastecernos de comida y que se hace muy necesario tenerlo en cuenta para establecer los precios de los transportes de este tipo de mercancía.
Desde luego, el Real Decreto de bonificación del 50% del transporte aprobado por el Gobierno meses atrás no nos ha servido de mucho a la hora de la afectación del ciudadano de a pie, ese que ve cómo reduce el número de días en que come pescado o carne porque los precios empezaban ya a ser prohibitivos.