Este jueves inició la tradicional fiesta de la Pascua Grande para la comunidad musulmana, una de las más importante del año y la que marca el fin de la peregrinación. Las familias musulmanas se reúnen en el interior de sus viviendas y preparan una mesa decorada con pastelería casera para el desayuno antes de la tradicional matanza del cordero.
La celebración de esta festividad, marcada por la posición lunar en el calendario, durará hasta el domingo 2 de julio.
El Faro ha tenido acceso al interior de casas donde se ha celebrado la fiesta del sacrificio y han compartido los momentos más importantes de esta celebridad.
En el interior de las viviendas, ambiente familiar
Abriendo las puertas de su casa, Zoé es un ciudadano melillense que ha festejado el primer día de la Pascua Grande rodeado de su esposa, hijos, sus cuatro hermanos y su madre que, como él dice, es una “tradición muy bonita para pasar en familia una vez al año en un momento único para celebrar la fiesta”.
Antes de adentrarnos en el interior de su vivienda, en el patio exterior se encontraban los familiares realizando la matanza de varios corderos.
Así, en el momento exacto fueron dos corderos los que estaban siendo preparados para su sacrificio por parte de varios de sus familiares quienes se encontraban despellejando la piel del cordero.
En este caso, tenían a su disposición hasta cinco corderos para sacrificar. Zoé explicó a nuestro medio que el tiempo de duración para el proceso de la matanza solía llegar hasta dos horas.
“Cada uno que está casado tiene que tener su propio borrego, y por obligación y tradición tiene que matar a su animal” contó el propietario de la casa.
Por otro lado, acompañando este momento, en el interior de la vivienda se encontraba una mesa decorada con pasteles decorados y bebidas.
De este modo, se podían observar croissanes, té, bizcochos, mermeladas, café, pañuelos, pastas morunas, pasteles caseros o zumos refrescantes para acompañar durante el desayuno.
La fiesta del sacrificio tiene un gran componente de caridad entre la comunidad musulmana ya que intercambian regalos y partes del cordero entre familias, amigos y los más necesitados.
“Lo más importante de esta fiesta no solo consiste en la matanza del cordero, también en repartirlo a la familia, amigos y, sobre todo, a aquellas personas que están más necesitadas y que no tienen recursos para adquirir un cord
ero porque entonces no tendría sentido la celebración de estas pascuas”, explicó Zoé.
El sacrifico del Borrego
La tradición de adquirir un borrego para su sacrificio en estas fiestas tan señaladas para los musulmanes conlleva una parte de bondad por todos los creyentes de la religión.
Como bien señala Zoé, ofrecer partes del cordero a los más necesitados es la ofrenda con “más sentido” de esta celebridad.
En el primer día de la fiesta del Sacrificio se procede a matar al borrego. Una de las primeras partes que se consumen del animal es el hígado.
En el sacrificio del borrego,la porción más grande se destina para repartirlo entre las personas más necesitadas y sin recursos.
“La pascua es esto, repartir entre los más necesitados para que sea una pascua válida”, comentó Zoé.
En teoría, antes de realizar el primer rezo y la matanza de los borregos, los ciudadanos musulmanes toman un desayuno leve para comenzar el día.
Posteriormente, con los preparativos de la mesa de decoración proceden a comer mientras se va matando a los corderos para prepararlos de cara a los próximos días de celebración que durará todo el fin de semana.
Mustafa también atendió a nuestro medio. Junto a su familia estuvo celebrando la festividad de las pascuas. Sacrificando cuatro corderos junto a sus dos hermanos para cuatro familias en total.
A su vez, estuvieron elaborando las pastas caseras y degustando a la hora de la comida varias entremeses de pescado y croquetas para después pasar a comer el hígado a la brasa como principal tradición del primer día de la fiesta del Sacrificio.
“Nos hemos reunido como cada año en tradición familiar para celebrar juntos esta celebración de la Pascua Grande. No queremos perder esta tradición tan bonita que nos han inculcado nuestros padres, y nosotros queremos hacerlo por igual a nuestros hijos”, dijo Mustafa.