José Miguel Tasende, número uno de la candidatura de Vox en Melilla, ha defendido en este inicio de la campaña electoral que "la gran misión de Vox es el cumplimiento de la ley".
En declaraciones a El Faro, Tasende destacó que estos 15 días previos a la cita con las urnas del próximo 28 de mayo no son el momento "para grandes descubrimientos" porque en el caso de su partido, las propuestas "se han ido planteando durante toda la legislatura".
"Hay muchos políticos que están recorriendo ahora los barrios. Nosotros hace cuatro años que lo hacemos", insistió el líder de la formación de Abascal en la ciudad.
En este sentido, Tasende explicó que lo que algunos candidatos empiezan a hacer ahora (visitas a los barrios, reuniones con entidades sociales y profesionales), Vox Melilla lo lleva haciendo durante los últimos cuatro años. Por eso confía en que el trabajo realizado hasta ahora dé sus frutos en las urnas.
En estos momentos, en opinión de Tasende, es importante que el electorado tenga claro que Vox no promete lo que no va a cumplir. "Nos pensamos mucho las cosas", dijo a este diario.
De ahí que el programa electoral de Vox dista mucho de ser pretencioso. De hecho, solo tiene 12 puntos de los que su líder avanzó cuatro, a la espera de la presentación formal durante la campaña: la defensa de la identidad; la protección de la frontera; la necesidad de reforzar la seguridad ciudadana y la lucha contra la corrupción.
En este último es donde se enmarca "la gran misión de Vox", que buscará en esta legislatura, si los melillenses le dan su apoyo, que se acabe el amiguismo, el fraccionamiento de contratos y los círculos de movimiento de dinero, "que son difíciles de ver y que se hacen en fraude de ley".
"Con todo esto hay que acabar". Y hay que hacerlo, recalcó Tasende, porque Melilla tiene el presupuesto por habitante más alto de toda España (4.200 euros por residente) y eso no se nota a pie de calle.
Estamos hablando de que aquí toca el doble de dinero por habitante que en Madrid. "Qué hacemos con ese dinero?", se pregunta Tasende, que hace cuentas rápidas para demostrar que la compra-venta de votos por 50 euros le sale rentable a los corruptos porque según el Presupuesto General de Melilla, cada voto cuesta 4.200 euros. Si multiplicamos esa cifra por los cuatro años de legislatura, estamos hablando de 16.800 euros por melillense, que es lo que en realidad cuesta cada uno de los apoyos en esta ciudad, apunta.
Para Tasende, está claro que pese al transfuguismo que sufrió su partido esta legislatura que termina, Vox ha sabido recomponerse y hacer las cosas bien. Está seguro de que el resultado de ese esfuerzo se podrá apreciar en las urnas y es algo que se ve ya en las encuestas, que llevan recogiendo una tendencia al ascenso desde hace cuatro años.
Ahí radica, insiste, el prestigio de Vox: "En hacer bien las cosas y en trabajar en estricto cumplimiento de la ley".
Eso se consigue, añade, porque su partido tiene claras las líneas blancas, que él prefiere a las líneas rojas. Cuando habla de las primeras, se refiere a las que tienen los campos de fútbol, que delimitan el terreno de juego. "Esas líneas las traza la ley, el sentido común y la buena fe. Vox en Melilla va a hacer que las cosas marchen como un reloj. Por fuera solo se ven las agujas, pero por dentro "la maquinaria funciona".
Defensa de la identidad
El sustrato fundamental de los principios que defiende Vox, aclara Tasende, es la defensa de la identidad, las tradiciones y el patrimonio histórico melillense. En este punto señala que hay que reconocer aquello que nos une, pero sin perder de vista que somos una ciudad de culturas diversas gracias a la cultura española y occidental que está en las raíces de Melilla y que permite y fomenta no sólo la variedad y la tolerancia sino también la convivencia.
"Es nuestra cultura española y occidental la que permite que diferentes culturas puedan convivir en paz", recalca el líder de Vox.
En este sentido le parecen inadmisibles los ataques que la cultura española está recibiendo cuando se intenta, desde determinados círculos, vender la idea de que hay una lengua propia en la ciudad, ignorando ex profeso que nuestra lengua es el español o cuando en la Plaza de las Culturas se dice que la comunidad católica son un grupo de origen peninsular.
"No somos un accidente", dijo con contundencia.
Frontera e inseguridad
La necesidad de proteger la frontera es otro punto clave en el programa electoral de Vox porque aunque Tasende reconoce que no ha habido saltos a la valla desde el 24 de junio de 2022, también está convencido de que no es una situación irreversible. Por eso cree que hay que buscar soluciones para evitar que sigamos siendo víctimas de ataques masivos.
Asimismo, el líder de Vox hace hincapié en que vivimos marcados por una frontera "controvertida" en la que, por ejemplo, los agentes que la vigilan carecen de los medios humanos y materiales que otros partidos llevan años prometiendo.
Esta situación lleva a otro punto del programa de Vox que es la inseguridad ciudadana, que en plena precampaña electoral estamos viviendo con el escándalo del asalto a repartidores de Correos para quitarles el voto por correo.
"¿Esto qué es? ¿Una ciudad sin ley?", se pregunta el líder de Vox en Melilla, que cita entre los elementos desestabilizadores de la ciudad, a las mafias del narcotráfico que llevan los estupefacientes en un sentido y el otro.
"El tráfico de drogas no para", insiste Tasende, que recuerda que la ciudad también está amenazada por el yihadismo; sin descuidar el peso que tiene la corrupción en el estado actual de Melilla.