Su presidente, Juan José Imbroda, recuerda que hace falta una orden judicial para poder desmantelarlas.
La muerte de tres inmigrantes el pasado sábado en un incendio no ha pasado desapercibido para el Gobierno autonómico, pues su máximo dirigente, Juan José Imbroda, se pronunció sobre lo sucedido en los micrófonos de la Cadena Ser, señalando que la Administración local está dispuesta a colaborar en todo lo necesario para que un suceso así no vuelva a repetirse.
Así pues, Imbroda recalcó que el Ejecutivo melillense está a la espera de que haya una orden judicial para proceder a desmantelar las chabolas que hay repartidas por varias zonas de Melilla, aunque la mayor parte se encuentran localizadas en las riberas del Río de Oro, una zona peligrosa para los ocupantes de estas viviendas en caso de que se produjeran lluvias torrenciales, como ya ha ocurrido en otras ocasiones.
Ahondando en dicha cuestión, Imbroda subrayó que “no es fácil”, entrar en estos asentamientos con una pala para quitar las chabolas, pues destacó el calado humano y social de esta problemática. “Hemos encontrado a personas durmiendo incluso en tubos de saneamiento apilados en zonas de obra”, recalcó el presidente.
Y es que la máxima autoridad local insistió en que su Gobierno ha hecho todo lo posible para tender la mano al Estado y poner punto y final a este problema, dirigiéndose incluso al Ministerio de Medio Ambiente para advertir sobre la presencia de las chabolas en las orillas del río.
No obstante, recordó que en dichos terrenos existe tanto suelo de propiedad privada como municipal, por lo que se hace necesaria una resolución judicial para actuar. En este sentido, aclaró que en cuanto exista una decisión firme por parte de la Justicia, la Ciudad Autónoma actuará en consecuencia.