He leído estos días unas declaraciones de Gloria Rojas hablando de los bonos turísticos y de quienes se va a poder beneficiar de ellos: “En este sentido, y aun cuando se puedan beneficiar de estos bonos personas que vienen de paso a la ciudad por la Operación Paso del Estrecho (OPE), se trata de un asunto que no se puede diferenciar ni limitar, “porque no sería legal”, ha dicho Rojas, antes de recordar que los bonos son para gente de España y la Unión Europea (UE).”
Pues discrepo y no me gusta que se beneficien de estos bonos “turísticos” los extranjeros no comunitarios que residen en Europa y usan los transportes públicos españoles para ir a su país de origen, normalmente, Marruecos a través de Melilla durante la OPE. Máxime, cuando nuestros queridos vecinos marroquíes siguen haciendo todo lo posible y lo imposible -a pesar de la anunciada nueva etapa bilateral sin precedentes- para fastidiar y asfixiar a las dos ciudades españolas y de la Unión Europea situadas en este lado del Mediterráneo.
Salvo que haya una norma expresa en el acerbo comunitario que lo impida, me gustaría que en el próximo contrato de servicio público los precios fijados en el mismo solo sean de aplicación a los nacionales de cualquier país miembro de la Unión Europea. En la práctica no es complicado pues al reservar los billetes te exigen el documento de identidad o pasaporte de los viajeros y si estos no son nacionales de uno de los 27 países la naviera no debe aplicar este precio subvencionado e, incluso, se deberían reservar hasta 24 ó 48 horas antes de la salida un número de plazas suficientes para los nacionales comunitarios.
En época de la OPE no se van a quedar sin cubrir esas plazas pues ya sabemos la demanda que hay de extranjeros no comunitarios que quieren viajar a Marruecos a través de los puertos españoles, mientras que muchos melillenses se quedaron el año pasado sin poder viajar a la península al no haber plazas disponibles y salvo que se ponga remedio volverá a ocurrir.
Está claro que la gran mayoría de los marroquíes residentes en Europa que vienen de paso por Melilla en la OPE -eso lo sabemos todos, incluso Gloria Rojas - no vienen de turismo a Melilla y, por tanto, no pueden ni deben ser beneficiarios de estos bonos. Ya me parece mal que se beneficien de las tarifas del servicio público marítimo subvencionado por España que se establece a fin de garantizar la suficiencia de servicios de transporte regular con territorios no peninsulares, en concreto, con Melilla y Ceuta. La no discriminación del art. 4 del Reglamento (CEE)3577/1992 del Consejo de 7 de diciembre se refiere a la no discriminación con respecto a cualquier armador comunitario, no a los usuarios de las líneas subvencionadas. Las ayudas que conceden los países miembros de la Unión Europea no pueden discriminar entre los nacionales y el resto de ciudadanos de la Unión Europea pero no están previstas para que se beneficien los extranjeros no comunitarios residentes en un país miembro de la misma.
Los bonos turísticos tienen como finalidad impulsar el crecimiento y como medida de fomento del turismo en la Ciudad Autónoma de Melilla tal y como se recoge en el Artículo 1. Objeto y ámbito de aplicación del Decreto nº 1043 de fecha 23 de agosto de 2021, por el que se regula la bonificación de paquetes turísticos con destino en Melilla, y que dice así: El presente Decreto tiene por objeto regular la promoción del turismo con destino a Melilla mediante la bonificación de paquetes turísticos. Supongo que el Decreto que regule los bonos para 2023 tendrá la misma finalidad ¿no?
Por tanto, los beneficiarios de los bonos turísticos, aunque sean amigos o familiares de primer, segundo o tercer grado de parentesco de un residente en la Ciudad deben venir a Melilla como turistas y quedarse en Melilla en un hotel o en el domicilio de su familiar o amigo. La mayoría de los melillenses de cualquier nacionalidad, etnia o ascendencia tenemos algún familiar o amigo que reside en Europa y me parece estupendo que todos ellos puedan beneficiarse de los bonos y estaremos encantados que vengan unos días a disfrutar con nosotros en Melilla.
Dice la responsable de Turismo que los bonos son para gente de España y de la Unión Europea y que no se puede diferenciar porque no sería legal.
De acuerdo en lo primero y en que no se puede discriminar entre un español, un francés o cualquier otro nacional de un país comunitario. Pero no tengo claro del todo claro que un extranjero residente en un país de la Unión Europea -sea marroquí, argentino, cubano o británico- tenga los mismos derechos que los nacionales de ese país. Ahí lo dejo para que lo aclaren los expertos en Derecho comunitario.
De lo que no tengo duda alguna es que los bonos son para venir a Melilla -y quedarse en Melilla- haciendo turismo hasta el día en que retornan a su país de residencia. Pero la picaresca está servida pues más de un marroquí residente en un país comunitario tiene un amigo o un pariente más o menos cercano residente en Melilla y éstos -según Gloria Rojas- también se van a poder beneficiar de los mismos.
Y, dicho y hecho: le pido a mi amigo o familiar de Melilla que me saque un bono turístico, le doy un beso a mi pariente o amigo y sigo caminito de la frontera a pasar el mes o los días de vacaciones en Marruecos y a la vuelta le doy otro beso antes de ir a coger el barco que entre el precio subvencionado por el Ministerio de Transporte y el bono que me facilita el Ayuntamiento de Melilla me sale más barato que ir desde Almería o Motril a Nador. Más que generosos, me da la sensación que los españoles somos gilipollas o que desde la Consejería de Presidencia y Administración Pública -responsable de Turismo desde febrero del pasado año- se quiere contentar a algún colectivo determinado en época electoral.
Y no me digan que esto es legal o que no se puede impedir. Para ello, basta con que apliquen el mismo criterio que a los melillenses que viajen por razón de fallecimiento de un familiar y que deben justificarlo “a posteriori” para cobrar la subvención. Ahora, con las normas que se aplican en frontera desde mayo pasado, es fácil comprobar si realmente han venido de turismo a Melilla, pues al salir de Melilla hacia Marruecos se les sella el pasaporte y al volver de Marruecos también lo sellan y, por tanto, se podrá verificar si el “turista” ha permanecido o no haciendo turismo en nuestra Ciudad o solo han venido a pasar por Melilla para aprovecharse de los bonos y de los barcos subvencionados.
Y en caso de que haya sido así, el familiar o el amigo del melillense que haya solicitado el bono al haber incumplido con el objeto de la subvención no tendrá derecho a cobrar la misma.
Luego no le echen la culpa a la Agencia de Viajes que son los que tramitan los bonos a petición de los residentes melillenses porque entiendo que no se prestan conscientemente a esa posible picaresca. Y que no se me enfaden los que no comparten mi opinión.
Por último, al andoba ese -que me intenta tachar de racista en Twitter- le deseo sea capaz de tener un poco más de comprensión lectora y entender mis argumentos -y tanto si está de acuerdo con ellos, como si no- deje de asignarme el “manido discursito voxerianoceuti patriótico” (sic) o que formo parte del “lerele africaner” (sic). Para debatir hay que aportar argumentos no insultos por mucho que, última y lamentablemente, se usen las redes sociales para ello.
Y, por cierto, no tengo ningún “apellidito fisno”; precisamente, el apellido Martínez es uno de lo más comunes en España y si mi padre o progenitor no gestante se hubiera apellidado Mohamed -muy común en Melilla- también estaría muy orgulloso de llevar su apellido. Faltaría más.