La hostelería melillense ha hecho su agosto en el mes de diciembre a juzgar por el incremento en el número de consumidores que este año ha salido a los locales que existen en la ciudad. Y no solo lo ha hecho para comer o para cenar, sino que también ha habido una buena demanda tanto en desayunos como en meriendas, según ha señalado el presidente de la Asociación de Hostelería, Chakib Mohamed.
Lo positivo del dato es que se han superado las cifras de 2019 en cuanto a consumidores aunque todavía está pendiente analizar cómo ha ido la cuenta de resultados en los establecimientos hosteleros. “En la cuenta de facturación ha ido bien pero queda por ver cómo está la de resultados porque, aunque superemos los niveles de 2019, que es el año que se toma como referencia, el género ha estado mucho más caro”, explicó.
De hecho, apuntó que la materia prima ha subido en torno al 50-60%, lo cual provoca que si no se ha facturado un 40% más que en 2019, las cuentas no saldrán. “Tenemos que haber facturado un 40% más que en 2019 para llegar a los mismos niveles que entonces”, precisó Mohamed.
Lo que sí es cierto, apuntó, es que se ha visto a mucha gente en la calle. En eso ha tenido mucho que ver, según su opinión, la gran cantidad de actividades que se han desarrollado en el centro de la ciudad. “Se ha visto a mucha gente por las muchísimas actividades en el centro. Eso hace que los ciudadanos salgan y se concentra un buen número de ellos en el centro”.
Chakib Mohamed dejó claro que los análisis sobre cómo ha ido la campaña de Navidad en la hostelería se hacen teniendo en cuenta solo la zona del centro, cuando lo cierto es que existen bares y restaurantes en los barrios que también han tenido sus comidas de empresa.
En cualquier caso, manifestó que en Melilla la campaña navideña de la hostelería no comienza hasta el día 12 de diciembre como consecuencia del largo puente con el que comienza el último mes del año. “Estamos hablando de que aquí son 20 días y una semana de enero nada más, algo que no sucede en la península”.
Precios caros
El pescado ha sido esta Navidad el producto más caro para los restaurantes y bares melillenses, sin contar otros tradicionalmente costosos como los mariscos. “Por eso hablo yo de la cuenta de resultados porque se han pagado sobrecostes con el pescado, que ha venido de fuera. Si la frontera estuviera abierta para el paso de mercancía, nos sería mucho más fácil ajustar nuestros precios a lo que puede pagar el cliente”.
En ese sentido, Mohamed señaló que si se adaptan los precios de la hostelería al coste del pescado, “difícilmente habríamos podido vender porque se nos habrían disparado los precios y Melilla no está preparada para eso”.
En general, todos los pescados han aumentado el coste pero de señalar algunos, Chakib Mohamed hace referencia al mero y al rodaballo. Pero es el marisco el que se lleva la palma en el encarecimiento de los productos. “El marisco está carísimo porque viene de fuera y es difícil de encontrar”.
Los moluscos, como las almejas, también experimentaron una subida espectacular. Incluso hay género que no se ha podido traer. “La concha fina, que es un molusco relativamente barato, ha cuadriplicado su coste, lo cual hace que esté más cara que las ostras cuando, en realidad, es un sucedáneo de ésta”.
La solución de los hosteleros fue hacer acopio de materia prima cuando todavía los precios no habían subido demasiado. “Nosotros lo que hemos hecho es comprar mucho antes porque si no, imposible encontrar género y precio. Los restaurantes hicimos acopio antes de las fiestas porque nos es imposible comprar en los días previos a la Navidad, nos saldríamos del mercado”.
En definitiva, acumular producto cuando hay buenos precios. “Aprovechamos esa ocasión y hacemos acopio para almacenar”, recalcó Mohamed para añadir, finalmente, que hay quienes “se están pasando con los precios aprovechándose de las circunstancias y más en los productos que vienen de fuera con la excusa de los costes de funcionamiento”.