Una concentración en la calle Conde de Alcaudete ha tenido lugar esta tarde. Las asociaciones Guelaya Ecologistas en Acción y Movimiento de Defensa del Arbolado de Melilla han organizado esta protesta ciudadana ante el arboricidio que se produce en la ciudad y las graves consecuencias que tiene de cara al cambio climático.
Ahora en obras, el paseo donde se ha llevado a cabo la manifestación estaba antes repleto de árboles que han sido retirados debido a la construcción de nuevos edificios. Decenas de personas se han reunido en aquel lugar para reivindicar lo que está sucediendo.
La calle Conde de Alcaudete acogía varios Ficus drupacea y era la única zona en Melilla donde se encontraban este tipo de árboles. A raíz de las construcciones, los árboles han ido siendo retirados poco a poco “hasta que cada vez quedan menos”, apunta José Cobo del Movimiento de Defensa del Arbolado de Melilla.
Aseguran que el árbol tiene preferencia ante el voladizo (elemento estructural de los edificios que sobresale de la pared) y que las construcciones deben adaptarse al arbolado de la ciudad y no al contrario.
Por este motivo, promueven la creación de un reglamento que respalde y proteja al arbolado. “Si hay que elegir entre un árbol y un voladizo, pues que prime el árbol”, señala Cobo, añadiendo que se trata de “un pensamiento” que hay que cambiar, “y que hay que hacerlo ya”.
“Los árboles tienen unos derechos”, manifiesta Cobo, y que tienen derecho a permanecer en el lugar donde llevan décadas, que es su casa. Cuando son retirados de mala manera, los árboles son expuestos a un estrés muy grande que provoca que sus raíces no consigan agarrar al ser trasplantados en un nuevo lugar. “Es una operación dolorosa, complicada y que casi nunca prospera”.
Por su parte, Manolo Tapia de la asociación Guelaya explica que el arboricidio que se está produciendo en muchas partes de la ciudad está llegando a un “extremo” que es “insostenible”.
Recuerda la retirada de los árboles de Francisco Pizarro con el objetivo de “ganar unos metros para la obra del instituto”. Una situación que se repite y extiende por otras zonas de la ciudad, como en Severo Ochoa o Parque Lobera.
El portavoz de Guelaya asegura que se están mandando fondos desde Europa para que Melilla se prepare para el cambio climático y que, sin embargo, “nuestros políticos están desmantelando el patrimonio natural” y que “están haciendo el trabajo a la inversa”. Por ello, se manifiestan con el fin de que lo que está sucediendo pueda traspasar las fronteras y consiga verse más allá de la ciudad autónoma.
Para la ciudadanía estos árboles también guardan un lugar especial en su corazón, pues les han estado dando cobijo y sombra durante más de cuarenta años. Tapia recuerda que este verano las temperaturas han sido muy altas debido a las olas de calor y que mientras en otras ciudades se están plantando árboles para combatir el cambio climático, en Melilla está ocurriendo todo lo contrario.
“Nosotros ya los teníamos y lo que estamos haciendo es arrancarlos”, asevera el portavoz de la asociación. Se desconoce el destino de los árboles que se están apeando en la ciudad, pero asegura que muchos de ellos mueren y “nadie se responsabiliza”.
Cobo asegura que no tienen nada contra la Consejería de Medio Ambiente y que tienden las manos a colaborar y a trabajar de manera conjunta “para conseguir que Melilla sea una ciudad más verde”. Pero critica que el consejero Hassan Mohatar afirme que se han plantado nuevos “arbolitos” para hacer una ciudad más verde, puesto que todavía tienen que crecer y, por tanto, será más verde “dentro de cuarenta años”.
Por ello, apuntan que de cara al cambio climático es fundamental mantener los árboles, “que son nuestros aliados y que harán de Melilla una ciudad más fresca”. El hormigón y el cemento lo único que consiguen es absorber el calor y elevar las temperaturas aún más, mientras que el arbolado ayuda a bajarlas. Sin embargo, la Consejería “no está tomando ninguna medida al respecto”.
Mi apoyo totalj
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Al paso que lleva el Ecologista del Consejero, estos son los árboles que vamos a ver los Melillenses.
Seguro que le encanta él Desierto ??