La consejera de Bienestar Social apuesta por la creación de trabajo y la formación de los melillenses para evitar la dependencia de las ayudas que ofrecen las Administraciones.
La consejera de Bienestar Social y Sanidad, María Antonia Garbín, indicó que lo más importante de su política es que los ciudadanos melillenses cuenten con los servicios sociales al 100 por 100 y que en la situación de crisis económica que están viviendo muchos de ellos puedan acceder a estos servicios sin lista de espera. Así, confirmó en una entrevista concedida a la emisora local COPE que no hay ninguna persona esperando a ser atendida, sino que la intención es ofrecer “una atención rápida y eficaz y sobre todo, que llegue a todos los ciudadanos”.
Otro de los temas tratados por Garbín en esta entrevista radiofónica fue la promesa del líder de CpM, Mustafa Aberchán, de liberar del pago de los recibos de la luz, el trasporte y el agua a los melillenses que no superen 800 euros de ingresos si ganaba las elecciones del próximo mes de mayo. En este sentido, la consejera se preguntaba si sería legal el poder garantizar a todos aquellos melillenses esta promesa. Así, comentó que la única forma de ayudar a estas personas es llevar una política social como la emprendida por su partido.
Las ayudas económicas que se facilitan desde la Ciudad para que los ciudadanos hagan frente a los pagos de estas facturas diarias, como la luz, el equipamiento, material escolar o las comidas son la solución que Garbín propuso como la más adecuada frente a la propuesta del cepemista. Además, indicó que hay determinados temas en los que no se pueden intervenir porque lo impide las leyes europeas, por lo que recomendó al grupo de la oposición asegurarse de que pueden realizar este tipo de propuestas a la población.
Por otro lado, la consejera recordó que desde la Ciudad hay una serie de excepciones para perfiles de familias determinadas y el pasado año sólo se presentaron tres familias a la Consejería de Medio Ambiente, quien las gestiona, para solicitar esta ayuda.
Formación y empleo
La primera de las propuestas para evitar que los ciudadanos tengan que recurrir a los servicios sociales es la creación de empleo, puesto que llegar hasta este punto marca el límite de esa familia o persona que solicita la ayuda.
De esta forma, Garbín indicó que lo más adecuado sería evitar que los melillenses tuvieran que recurrir a los servicios sociales pero que una vez que lleguen lo que hay que hacer es proporcionales ayudas, algunas de ellas en especie y otras remuneradas.
Uno de los ejemplos expuestos fue el IMI, el salario social de Melilla, esto es, como un salario mínimo interprofesional que realiza en este caso la Ciudad a la familia. Para ello se firma un contrato social a través del cuál se les proporciona esta prestación pero también se comprometen a que los hijos estén escolarizados y acudan al colegio y que los adultos realicen unos cursos de formación.
También resalto que las ayudas a los melillenses llevan un seguimiento puesto que es muy importante ver la situación de estas personas y no sólo entregarles el dinero sin más, añadiendo que es una forma de que las familias necesitadas no se estanquen en los servicios sociales.
“En esta ciudad no se entiende una doble política social”
La consejera de Bienestar Social y Sanidad, María Antonia Garbín, comentó en la entrevista realizada en COPE Melilla que no se puede entender que en una ciudad de doce kilómetros cuadrados los servicios sociales estén divididos entre la Ciudad y el Imserso. “En esta ciudad no se entiende una doble política social”, indicó añadiendo que “máxime cuando la principal la tiene la Ciudad” como son las prestaciones básicas y la mayor parte de los centros dependen de esta administración. Así, informó de que un 70 por ciento de la política social se lleva a cabo desde la Ciudad.
Esta doble política social lleva a problemas, tal y como indicó Garbín, por lo que aseveró que
van a seguir reivindicando el traspaso de competencias.
Una de las mejoras, según la consejera, sería una optimización de los recursos no sólo por no engordar los gastos, sino por diversificarlos y poder llegar a más melillenses.