A pesar del aumento que ha experimentado el fenómeno del teletrabajo a raíz de las restricciones que se crearon por la pandemia del covid-19, España sigue siendo uno de los países con menos trabajadores a distancia de toda la Unión Europea, con un 9,6% según los datos de Eurostat analizados por Funcas en el último Focus on Spanish Society, frente al 33% que se registra en Irlanda, que es el país con más teletrabajadores del viejo continente.
Por ello El Faro ha decidido comprobar cuál es la situación del teletrabajo en Melilla y tras la investigación realizada, se ha llegado a la conclusión de que el teletrabajo, al igual que en todo el país, no está muy arraigado en la sociedad melillense y sigue siendo una asignatura pendiente en la ciudad autónoma, a pesar de que el 99% de la población está conectada a Internet.
Situación del teletrabajo
A raíz de la pandemia muchos empleados descubrieron que su trabajo puede ejercerse de la misma manera a distancia y han querido mantener esta práctica al menos a tiempo parcial. Por este motivo, en muchos casos se ha instalado el trabajo semipresencial, permitiendo ir a la oficina un par de días a la semana y el resto desde casa.
El avance de las tecnologías y las herramientas digitales permiten que el teletrabajo funcione de manera más productiva. Durante el confinamiento, las reuniones a través de videollamada cobraron protagonismo, descubriendo para muchas empresas que no era necesario que todos sus empleados estuviesen en un mismo espacio físico para que la empresa pueda funcionar bien.
Y otro de los atractivos del teletrabajo señalado por muchos es que supone una opción más saludable para todos. Al reducir los días de oficina, también disminuyen los desplazamientos en coche o en transporte público. Además de sus ventajas, el mayor atractivo del teletrabajo es poder conciliar entre la vida laboral y la personal. Un sueño inalcanzable para muchos trabajadores.
José Antonio opina que esta opción siempre es factible según el tipo de trabajo que se desarrolle. Él es fisioterapeuta y no puede compaginarlo tan bien como sería el caso de otros empleos. Puede dar algunas clases de fisioterapia a distancia o algunas lecciones, pero no desarrollar su profesión al completo.
Por su parte, María opina que el teletrabajo se instale en nuestras vidas es una forma ideal de poder compaginar el ámbito laboral y el personal. Cree que sería especialmente importante establecerlo en aquellas familias con niños pequeños para que así sus padres puedan formar parte activamente de sus primeros años de vida.
Horario de los trabajadores
Por otro lado, uno de los grandes inconvenientes que se reflejan en la sociedad es el horario de los trabajadores en los países del sur de Europa, ya que destacan por sus elevados porcentajes de empleo en horarios atípicos. Cuando se comparan los datos de la UE y de España por régimen de empleo, se aprecian diferencias significativas. Más de la mitad de los trabajadores por cuenta propia trabajaron en España los fines de semana en 2021 (el 50,6% de los que no tienen empleados, y el 52% de los que sí tienen)
Así se refleja en el melillense Álvaro, que se mostró agotado con los horarios que tiene un su trabajo como comerciante: "Lo peor de todo es que en mi trabajo no tengo horario, cada día acabo a una hora diferente y es agotador".
De esta forma, Ramón, un melillense que trabaja como teleoperador desde su casa, confesó a El Faro lo siguiente: "Mi horario es muy cambiante y no es para nada fijo, es cierto que mi trabajo es bastante sacrificado y es algo temporal porque tengo muy poco tiempo libre y no se puede estar mucho tiempo así".
Por otro lado, Julia, que trabaja en una entidad bancaria, dijo que ella no tiene problemas de horarios porque trabaja de lunes a viernes y únicamente por la mañana, pero reconoció que "la sociedad está muy explotada con los horarios y se observa demasiado aquí en Melilla".
Centros de coworking
Los centros de coworking han ido evolucionando a maedida que han avanzado los años y a día de hoy es algo my normal utilizar este tipos de sitios para trabajar, ya que los centros de coworking son un espacio "vivo" de trabajo que además de ofrecer todo lo que se necesita para realizar la actividad propia de la oficina, ofrece zonas de trabajo y zonas de relax, para que también te puedas beneficiar de una ayuda personalizada y de una comunidad multidisciplinar de coworkers que nutren proyectos, servicios y agendas de contactos.
Este tipo de centros es muy usado por los teletrabajadores, pero sigue siendo escaso este tipo de lugares en la ciudad de Melilla. De hecho, algunos melillenses encuestados ni siquiera sabían que este tipo de sitios existían.
Otro de los melillenses encuestados que también teletrabajan, como es el caso de Ignacio, dijo que no conocía ningún sitio de este estilo, pero que "sería ideal un sitio así en Melilla para que lo teletrabajadores tengamos mayores opciones y un lugar tranquilo para trabajar si no podemos estar en casa".
Al igual que Manuel, que trabaja como peluquero: "Es cierto que yo tengo mi local y no necesito ese lugar para trabajar, pero aquí en Melilla hace mucha falta este tipo de centros para la comodidad de teletrabajadores y también para cualquier persona que lo desee".
En cambio, Ramón no sabía que existían este tipo de centros y se mostró a favor de construir uno de ellos en la ciudad. "No sabía nada de este tipo de centros, pero ahora que me lo estás comentando, vería con muy buenos ojos un lugar así en Melilla para el beneficio de todos los teletrabajadores", dijo este melillense.
Clase social
Por último, ante la cuestión sobre cómo se siente cada ciudadano, en referencia al nivel de clase social que tiene, el 48% de los españoles de 18 o más años entrevistados por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en este mes de noviembre de 2022 respondió espontáneamente "la clase media-media", porcentaje que supera con creces al de quienes se autoperciben como miembros de la “clase alta” o “clase media-alta” (6%), y al de quienes se consideran de "clase media baja" (13%), "clase trabajadora/obrera" (10%) o "clase baja" (10%).
Esta consulta también se ha realizado a diferentes melillenses para saber, al margen de la categorización "objetiva" de la población en clases sociales, es importante saber cómo se perciben los ciudadanos de Melilla cuando se les pregunta por la clase social a la que pertenecen.
Entre la gran mayoría de entrevistados no ha existido un consenso sobre quiénes constituyen la clase media, ya que es cierto que a menudo se emplean diferentes criterios para identificarla, como la ocupación, el nivel educativo o los ingresos que son las principales variables utilizadas para delimitar esta categoría sociológica.
De esta forma, Manuel dijo lo siguiente: "Sinceramente no sé cómo definirme, pero si es cierto que me considero de clase media - baja y más con la situación del país que va a peor y cada vez es más difícil salir adelante".
Al igual que María, que tampoco sabía realmente en qué clase social encuadrarse, y que confesó lo siguiente: "En mi familia siempre hemos vivido con lo justo, nunca nos ha faltado de nada, así que creo que pertenecemos a la clase media - baja, al igual que la gran mayoría de la población española".