Este fin de semana se celebra en Madrid la 68 sesión Anual plenaria de la Asamblea Parlamentaria de la Organización del Tratado del Atlántico Norte. Organización de la que, como es sabido, España forma parte desde 1982.
El pasado mes de junio, los días 29 y 30, como es conocido, tuvo lugar en Madrid la celebración de la Cumbre de la OTAN. En ella se ratificó el nuevo Concepto Estratégico de la OTAN, el de 2022, también denominado Concepto Estratégico de Madrid.
Está siendo pues escenario nuestra nación, como consecuencia de la celebración del 40 Aniversario de nuestra incorporación a la Alianza Atlántica, antes citada, de los dos encuentros más relevantes de la Organización en el año en curso. El de la cumbre de Jefes de Estado de los países miembros y el de su Asamblea Parlamentaria, en el que me concentraré a continuación.
La Asamblea Parlamentaria de la OTAN no forma parte de la estructura operativa de la misma, sino, como su propio nombre indica, de la parlamentaria, congregando en su seno a parlamentarios de los treinta países miembros (cuando finalmente se incorporen Finlandia y Suecia, como han solicitado, seremos 32).
La dimensión de cada una de las representaciones nacionales en la Asamblea se corresponde con los diferentes volúmenes de las poblaciones de los países miembros. Así los Estados Unidos, el país con el mayor volumen de población, tiene 36 delegados mientras que los países con menos población, como Letonia, Estonia, Lituania o Luxemburgo tienen 3. En esta distribución, a España le corresponden 12 delegados, que, en función de las mayorías parlamentarias y de la voluntad de los Grupos Parlamentarios por formar parte de esta Asamblea, se distribuyen entre 6 miembros del PSOE, 4 del PP, 1 de Vox y 1 de Ciudadanos.
La Asamblea funciona como un Parlamento nacional, con una Mesa Principal, que incluye una Presidencia y varias Vicepresidencias, 5 Comisiones principales (Democracia y Seguridad, Defensa y Seguridad, Economía y Seguridad, Política y Ciencia y Tecnología), con sus respectivas mesas, y varios Grupos Especiales, que tratan asuntos específicos. De estos grupos, España participa activamente en el Grupo Especial para el Mediterráneo y Oriente Medio, en el Foro Parlamentario Transatlántico y en el Seminario Rose-Roth de análisis de materias relacionadas con la seguridad y la defensa.
También existe una Comisión Permanente, de la que forman parte los Portavoces y Portavoces adjuntos de cada delegación nacional y un Secretariado Internacional, radicado en Bruselas y que da continuidad a las tareas de la Asamblea, que, por su propia naturaleza, derivada de su composición por parlamentarios elegidos en sus respectivos países, que son relevados periódicamente, en función de los respectivos procesos electorales, registra una movilidad importante en la composición de las diferentes Comisiones y Grupos de trabajo. Es el Secretariado Internacional, apoyado a su vez, por funcionarios permanentes de los diferentes parlamentos nacionales, con los que mantienen relación constante, el que garantiza la continuidad de los trabajos de la Asamblea.
Pues bien, como decía al principio, durante este fin de semana se celebra en Madrid la reunión plenaria de esta Asamblea, a la que asisten todos sus delegados (269), así como delegados de otros países con el título de candidatos (Finlandia y Suecia), asociados, como Georgia, Armenia, Azerbayán o Moldavia, países del mediterráneo, como Marruecos, Argelia, Jordania e Israel, observadores, como Egipto, Japón o Australia, así como miembros de otras Asambleas Parlamentarias, como la de la OSCE o la del Consejo de Europa y una representación del Parlamento Europeo.
Una concentración sin duda importante en la que se debatirán y acordarán importantes informes y resoluciones de carácter parlamentario, que serán puestos a disposición de la Alianza, como manifestación de las áreas de interés parlamentario por parte de la Asamblea.
Los informes para debatir y someter a la consideración del plenario más relevantes, por parte de la Comisión de Democracia y Seguridad, se referirán a la seguridad de infraestructuras críticas contra amenazas cibernéticas o la adaptación al cambio climático, así como una resolución sobre la resiliencia cibernética de las sociedades aliadas.
Por parte de la Comisión de Seguridad y Defensa se tratarán los informes sobre las implicaciones para la defensa colectiva aliada de la invasión de Rusia a Ucrania, la evolución de la amenaza terrorista, así como una resolución de apoyo a las conclusiones de la cumbre de Madrid del pasado mes de junio en materias de defensa y disuasión.
La Comisión de Economía y Seguridad tratará sobre la lucha contra la corrupción, los riesgos para el comercio internacional y las cadenas de suministro, así como dos resoluciones sobre la relación entre corrupción y seguridad y las repercusiones económicas de la guerra de Rusia contra Ucrania.
La Comisión Política tratará sobre la adaptación política y de seguridad de la OTAN a las consecuencias de la invasión de Ucrania por Rusia, la OTAN y la región del Indo-Pacífico y el análisis y lecciones aprendidas de la operación en Afganistán, así como una Resolución sobre la OTAN después de la cumbre de Madrid.
Por último, la Comisión de Ciencia y Tecnología tratará sobre el refuerzo de la resiliencia atlántica en materias de ciencia y tecnología, el papel de la tecnología en la adaptación o mitigación del cambio climático y las innovaciones tecnológicas en el campo de batalla del futuro.
Finalmente, el Grupo Especial para el Mediterráneo y Oriente Medio, someterá a la aprobación del Plenario su informe sobre los retos compartidos por los países de la OTAN, con especial incidencia en lo que se denomina el flanco sur, por los movimientos migratorios desde Oriente Medio y el Norte de África. Este documento fue aprobado en la reciente reunión de este Grupo Especial en Atenas, los pasados 7, 8 y 9 de noviembre.
Una completa agenda, sin duda, para debate durante las jornadas de sábado y domingo, con previsible aprobación en la jornada de clausura del lunes de diversos documentos que representarán la aportación a la seguridad internacional, en el marco de la Alianza Atlántica, por parte de los representantes del parlamentarismo atlántico.