Melilla tiene un serio problema con la enfermedad de la rabia, más concretamente desde el pasado mes de noviembre del año 2021, cuando la ciudad autónoma fue declarada oficialmente en estado de alarma de nivel 1 por este problema. La principal raíz de esta grave situación para la ciudad se encuentra en los perros que provienen de Marruecos con la rabia, y han sido y siguen siendo una amenaza para los ciudadanos melillenses.
Tanto es así que el presidente de la Asociación Española de Veterinarios Municipales, Juan Carlos Ortíz, afirmó en unas declaraciones para el Faro que “esta situación que se vive en Melilla no se veía ni desde el año 1950, que fue cuando se promulgó una orden del Ministerio de Gobernación para obligar a los ayuntamientos a que recogieran de la vía pública a todos los perros abandonados o vagabundos porque había muchos casos de rabia en España”.
Por este motivo, aunque la ciudad ya no se encuentre oficialmente en estado de alarma por rabia, El Faro ha querido recordar todos los casos detectados desde septiembre de 2021 cuando se detectó el primer caso.
Primer caso confirmado
La localización del primer perro con rabia se produjo en septiembre del pasado año 2021 y fue lo que provocó que la ciudad se proclamase en estado de alarma de nivel 1 por rabia ya en noviembre. La Unidad de Sanidad Animal y Zoonosis, comunicó que se trataba de una perra mestiza que fue recogida el martes 21 de septiembre de 2021 en la zona de los pinares de Rostrogordo.
Era una perra mestiza, adulta joven, de capa blanca y atigrado fuego (marrón) que se encontraba a la altura del acuartelamiento de Capitán Arenas, en la bajada hacia Aguadú. Finalmente, el animal fue detectado por el servicio de recogida de animales sobre las 09:00 horas, entrando en coma de forma inmediata y falleciendo esa mañana por parálisis respiratoria.
En noviembre de ese mismo año, la Unidad de Sanidad Animal y Zoonosis de la Dirección General de Salud Pública y Consumo, informó de otro caso positivo de rabia animal en Melilla, que fue diagnosticado por detección de antígeno y PCR, en el laboratorio del Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III.
En este caso se trató de un perro asilvestrado, mestizo, adulto y de capa negra, que se encontraba el viernes 12 de noviembre de 2021 en la zona baja del río Nano, detrás del acuartelamiento de la Legión.
El animal estaba solo, echado en el suelo y ante la presencia de un perro con propietario que paseaba por la zona, se levantó y le mordió, cayendo de nuevo al suelo y entrando en coma acto seguido. Fue encontrado por el servicio de recogida de animales y trasladado al Centro de Observación, donde murió por parálisis respiratoria el domingo 14 de noviembre, sin mostrar ningún otro síntoma.
La muestra para su análisis al Centro Nacional de Microbiología fue enviada el lunes día 15, confirmándose el resultado el día 17.
Al mes siguiente, en diciembre, se informó de un nuevo caso de rabia por La Unidad de Sanidad Animal y Zoonosis de la Dirección General de Salud Pública y Consumo, siendo así el tercer caso de rabia en cuatro meses.
Se trataba de una perra asilvestrada, mestiza, joven y de capa negra, que se encontraba el 5 de diciembre de 2021 en la carretera de circunvalación próxima al paso fronterizo de Mariguari.
El animal estaba en compañía de personas que intentaban alimentarlo y presentaba síntomas de incoordinación. Fue recogido y trasladado al Centro de Observación, donde tras entrar en coma murió por parálisis respiratoria al día siguiente sin mostrar ningún otro síntoma. La muestra para su análisis al Centro Nacional de Microbiología fue enviada el día 7, confirmándose el resultado el día 13.
Primer caso del año 2022
Tras el último caso detectado en diciembre por la unidad de Sanidad Animal y Zoonosis de la dirección general de Salud Pública y Consumo, se confirmó el 6 de enero el primer caso de rabia de 2022 y el cuarto en los últimos cuatro meses, todos ellos en perros.
Se trataba de una perra mestiza, joven y de capa negra, que se encontró en una vivienda de la calle Luis Moliní del Barrio Cabrerizas.
El animal, en cuyo entorno merodeaban sueltos otros perros y gatos, había mordido a su propietaria y se mostraba agresivo. Fue llevado por la empresa de recogida de animales y trasladado al Centro de Observación y allí murió el martes por una parálisis respiratoria.
En ese mismo mes, la Consejería de Políticas Sociales, Salud Pública y Bienestar Animal informó de que se había recogido a un cachorro sospechoso de tener la rabia al mostrar sintomatología compatible.
En esta ocasión se trataba de un perro de unos dos meses de edad que fue recogido el domingo día 23 de enero ante la llamada de un ciudadano en un solar en la calle Gral. Astilleros nº1 y del que se desconoce su procedencia. A última hora de la noche, Salud Pública confirmaba que el perro era positivo.
La Consejería de Salud Pública y Bienestar Animal confirmó el tercer caso de rabia en Melilla en este 2022. Se trataba de un perro mestizo, adulto joven, de capa leonada, que fue hallado muerto el 25 de febrero en Reina Regente y que dio positivo en antígenos, en el Laboratorio del Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III de Madrid.
Una vez recogido el animal, las muestras fueron enviadas este martes 1 de marzo al Centro Nacional de Microbiología, que este al día siguiente confirmó que el perro es positivo en rabia.
Posteriormente, el 29 de marzo se declaró otro nuevo caso de rabia de un perro que falleció el día 26 de ese mes. La Ciudad Autónoma de Melilla confirmó este caso de rabia, el cuarto de este año 2022.
En este caso se trata de un perro que se encontraba en proceso de cuarentena en el Centro de Acogida y Observación desde finales del pasado mes de noviembre, por lo que la enfermedad no se manifestó hasta casi cuatro meses después.
El siguiente caso que se produjo en la ciudad fue durante el mes de mayo. Fuentes oficiales de la Ciudad Autónoma señalaron que entró un animal en la ciudad procedente del país vecino el pasado día 26 de mayo.
Asimismo, se aseguró que apenas estuvo 15 minutos en territorio melillense cuando fue interceptado y capturado por el Servicio de Protección Animal de la Policía Local tras recibir una notificación de los funcionarios de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado de servicio en la frontera.
Tras ser recogido de la calle fue conducido al Centro de Acogida y Observación de Animales Domésticos donde, a juicio de los veterinarios de la Dirección General de Salud Pública y Consumo, se le apreciaron síntomas compatibles con la rabia, lo cual se ha confirmado este martes tras el fallecimiento del perro en el Laboratorio de Referencia.
Al mes siguiente, la Organización Mundial de Sanidad Animal confirmó la detección de un perro con el virus de la rabia en Melilla el pasado 15 de junio, según el informe que ha emitido dicho organismo.
Se trataba de un perro mestizo asilvestrado que no estaba vacunado de la rabia y que fue capturado el 11 de junio, tras la llamada de un ciudadano que vio al can y pensó que parecía enfermo.
Fue trasladado al centro de acogida de animales, pero murió antes de la llegada al mismo. La secuenciación del virus puso de manifiesto que este caso no pertenece a una cadena de transmisión previa, sino que se trataba de una nueva introducción procedente de Marruecos.
Último caso confirmado
El último caso de rabia que ha sido confirmado hasta el día de hoy por la Unidad de Sanidad Animal y Zoonosis de la Dirección General de Salud Pública y Consumo, se conoció durante este pasado mes de octubre.
En esta ocasión, se trataba de perro de tamaño medio y capa negra/canela, que fue capturado el pasado 20 de octubre de 2022 en la calle Ronda Compañía de Mar por el servicio de recogida de animales de la Policía Local.
El animal se encontraba en las inmediaciones de un colegio, concretamente el centro Infantil del Colegio España, el jueves 20 de octubre de 2022 sobre las 13:35 horas, siendo recogido y trasladado al Centro de Acogida y Observación, donde murió el día 23 de octubre. La muestra fue enviada para su análisis al Centro Nacional de Microbiología el día 24 del mismo mes.
Y los gatitos, por toda la Ciudad se ven cacharros con agua y comida que los animalistas les ponen.
La Sra Maeso que medidas ha tomado,es decir, tiene controlado a los cientos y cientos de gatitos silvestres que hay en Ciudad y las personas que le ponen alimentos .Supongo que Usted sabe que también trasmiten la rabia ,o, espera que contagie a cualquier ciudadano para tomar medidas ?
Otra vez escucharemos que entran de Marruecos?