El Banco Central Europeo (BCE) ha aumentado progresivamente los tipos de interés hasta llegar al 2%, para intentar frenar el aumento la inflación. Economistas melillenses consultados por El Faro coinciden en que es una buena medida, pero no la única y explican que esto se traduce en que el dinero vale menos, aumenta el coste de las hipotecas y las empresas tienen más difícil obtener créditos.
En el último comunicado de esta entidad sobre la subida de los tipos aseguran que su principal objetivo es devolver la tasa de inflación al 2%. Cabe destacar que según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la inflación es Melilla se situó en el mes de septiembre en un 8,3%, retrocediendo 2,2 puntos respecto al mes anterior. Se concirtió así Melilla en la autonomía donde más bajaron los precios.
La subida de tipos de interés ya ha comenzado a cambiar los hábitos de consumo de los ciudadanos. La tendencia estable en las firmas de hipotecas de interés variable en los últimos años, ha dado un giro radical, aumentando en la actualidad el número de hipotecas con interés fijo, según datos de Bankinter aportados a El Faro.
¿Por qué suben los tipos de interés?
Un economista consultado por El Faro explica que el tipo de interés está subiendo para frenar el crecimiento de la economía y así reducir la demanda de bienes y servicios. Es una medica clásica, aseguran, ante un crecimiento no deseado de la inflación. "Es un problema cuando es generalizada y sostenida", insiste.
El tipo de interés está subiendo para frenar el crecimiento de la economía y así reducir la demanda de bienes y servicios. Es una medida clásica ante un crecimiento no deseado de la inflación. El problema del aumento del interés, dijo, es que hay que implantarlo en el momento adecuado y en una dosis correcta. Este economista lo compara con la medicina. "Es buena si te tomas la cantidad correcta en el momento adecuado", añadió.
Lo más complicado, según este economista melillense, es establecer un tipo de interés que venga bien a las situaciones particulares de los diferentes sectores de todos los territorios de la Unión Europea. "El problema es encontrar ese punto en el que el Banco Central acierte mucho más que falle en el desincentivo", añadió.
Esta medida, destacó, es lo que se llama en economía trade off, es decir, sustituir un problema, en este caso la subida de la inflación, por otro, que es frenar el crecimiento. "Tenemos que ver si el problema que creamos no es más grande que el que solucionamos", subrayó.
Lo que sí es seguro, señaló, es que los resultados no se verán a corto plazo, ya que como aclaró el economista, esta medida se une con otras que ya se han establecido previamente. Entre ellas, destaca la de reducir el precio del transporte, la 'excepción ibérica', el mecanismo de intervención en el mercado eléctrico pactada por el Gobierno central y la comisión Europea para España y Portugal, que busca rebajar el precio y abaratar la factura de la luz, o los pactos salariales que se han producido para intentar que las subidas de sueldo no sean reactivas a corto plazo sino que se prolonguen durante dos o tres años de manera garantizada, de tal forma que cuando la inflaciuon no sea tan alta, se recupere el poder adquisitivo perdido ahora. "Esto va a funcionar si está compañada de una sabia conjunción de medidas económicas".
Otras medidas
Este economista consultado por El Faro apoya la subida de los tipos de interés, que considera una de las medidas más efectivas. Junto a ella destaca destablecer un pacto de rentas o distribuir la inflación, de manera que las rentas más bajas reciban apoyos puntuales para gastos más necesarios.
Y es que subir los tipos de interés no es la única medida existente para frenar la inflación. Por ello, El Faro ha hablado con otro economistas de la ciudad, que ha aportado su visión sobre cuál sería el camino a seguir para terminar con esta subida inflacionaria.
“Es uno de los métodos más efectivos para combatir la inflación cuando esta se está desbordando”, aseguró a El Faro Julio Liarte, economista melillense. Para él, la subida de los tipos es una medida que siempre da resultado. “Podríamos decir que no queda otra”, destacó.
A pesar de que esto provoca una subida en las hipotecas y préstamos a interés variable referenciados al euríbor, Liarte explicó que logra evitar un sobrecalentamiento de la economía y controla la inflación.
Según este economista, sí que hay otros medios que sirven para controlar la inflación. Entre ellos, establecer topes a los precios, como se está haciendo con el gas en España, establecer una política de rentas, que evite que los salarios se disparen al alza, y a través de los costes de personal de las empresas.
El euríbor sigue en máximos de los últimos 13 años
El euríbor es el tipo de interés más usado en España para calcular las hipotecas. Durante el pasado mes de octubre, ha subido casi cuatro décimas hasta situarse en el 2,629%. A pesar de que se ha moderado el ritmo de ascenso, se sigue manteniendo como la tasa más alta desde enero de 2009.
Pongamos el ejemplo de una hipoteca media, según el Intituto Nacional de Estadística (INE), a tipo variable de 145.000 euros a 25 años y un diferencial del 1% sobre el euríbor. Con la subida, si esta hipoteca hubiera sido revisada en el mes de octubre, la cuota mensual hubiera aumentado en 220 euros. O lo que es igual, esta persona pagaría 2.650 euros más al año.
Esto supone un problema para la mayoría de hipotecas, ya que según el INE, en España el 30,6% son de tipo variable. Las de tipo fijo, añaden, crecen un 2,85%. Estos datos son apoyados por Bankinter.
Fuentes de la entidad bancaria explicaron a El Faro, que el 66% hipotecas que se han firmado en su banco, entre los meses de enero y septiembre de este año, son de tipo fijo, por lo que ahora son mayoritarias.
Estos datos muestran un cambio significativo respecto al tipo de hipoteca elegida durante muchos años. Desde Bakinter destacan que el 75% de las hipotecas de su cartera de clientes, que actualmente suma 31.000 millones de euros, son de tipo variable.
“Esto es así porque todavía arrastra esa inercia de muchos años anteriores de preferencia de los clientes por la hipoteca de tipo variable”, añaden desde la entidad bancaria.