La caseta Los Costaleros presume de ser la única de la Feria apta para los celiacos, y convertirse así, en un espacio donde todos los melillenses puedan acudir a celebrar sus fiestas. El Faro ha hablado con Gregorio Castillo, su gerente, para comprobar por qué gusta tanto su caseta como para tener cola aun estando cerrada.
Esta noche, cuando aún la caseta no había abierto sus puertas para la hora de la cena, muchos melillenses esperaban a las puertas. Como bromeó Castillo, parecían que iban a saltar la valla de la Aldea del Rocío. Desde la hermandad están muy contentos y presumen de tener todo reservado, tanto para las cenas como para las comidas, desde el sábado. "Esta mañana ha sido extraordinaria", comentó el gerente.
A pesar de que hubiera cola antes de abrir, Castillo prefiere dar un buen servicio y atender a sus comensales en cuanto se sientan, por lo que ha preferido esperar a que la cocina estuviera lista para abrir las puertas. "El que viene, repite; somos como familia", aseguró.
Y ese aspecto andaluz se notaba dentro. Los farolillos adornaban los techos, las flores se colocaban en las paredes al estilo patio cordobés y las imágenes de Nuestro Padre Jesús Cautivo de Medinaceli y María Santísima del Rocío presidían el espacio.
En cuanto a la comida, en esta caseta se puede degustar todo tipo productos. Desde fritura de pescado, croquetas, flamenquines al producto más consumido, el jamón. El año pasado gastaron 22 piezas, y este año parece que la cifra se va a superar. En dos días han terminado ya siete jamones. "Es una comida casera, elaborada por los hermanos de la cofradía", aseguró el gerente.
Y lo bueno de Los Costaleros es que todo el mundo puede probar su comida. "También ellos tienen derecho, y sobre todo sus familias de disfrutar de ellos en el ambiente", recordó Javier Castillo.
La idea surgió en la última edición que se celebró de la Feria, en la que se pusieron en contacto con la Asociación de Celiacos de Melilla (ACEME). Como Castillo comentó a El Faro, desde la asociación les dieron las directrices que seguir para que no hubiera ningún problema. "Nos dieron una charla a los camareros y comentaron los productos que se puede utilizar", dijo el gerente.
Una vez abierta la caseta, se ha llenado en un momento. No sólo los hermanos de la cofradía acuden a esta caseta, sino que familiares y amigos también llenan este espacio en la Feria.
"Es la caseta de los costaleros y de mi cofradía". "Es muy bonita y nos lo hemos currado mucho", comentaron Daniela y Lara, dos jóvenes melillenses que iban a cenar esta noche en Los Costaleros.
La misma hermandad que la de Tachi. "Venimos aquí porque es la caseta de la cofradía de mi barrio, la comida es casera y porque nos tratan muy bien", confesó esta melillense.
Junto con su familia han pedido fuente serrana, croquetas, flamenquines y berenjenas con miel. "Y como tú comprenderás, como somos gorditas, nos gusta comer, volveremos a pedir algo más seguro", reconoció. "Que no falte el jamón", añadió.
Lo mismo le ocurre a Clara, ella iba a la Feria esta noche con una amiga y no ha dudado en llamar a esta caseta para reservar, porque es la de su cofradía.
"Para mí la caseta de Los Costaleros es la mejor de la Feria", no dudó en contestar Jesús. Este melillense la elegiría una y mil veces porque es una caseta rociera." Y la comida está muy buena", dijo su amiga Virginia. Para ella lo mejor es el magro con tomate y los flamenquines. "La vamos a vivir por cuatro y por cinco", aseguraron estos amigos.