Un lector de El Faro ha hecho una interesante observación en un comentario a una de nuestras noticias. Esta persona tiene claro algo que piensan muchos melillenses: la ciudad está sucia porque los ciudadanos la ensucian. Y no le falta razón.
Si entran en internet y buscan en google la ciudad que no tiene trabajadores de limpieza es muy fácil que les salga Singapur, considerada la urbe más limpia del mundo. Lo curiosa es, precisamente, que no tiene un servicio como el que existe en Melilla o en cualquier otra ciudad española. Son los propios habitantes de Singapur los que se encargan de mantener las calles impolutas, porque así es como las tienen; no se ve en el suelo ni una colilla, es que ni debajo de los arbustos.
La razón para tenerlo todo tan limpio es que un lugar de calor como es Singapur no se puede permitir la suciedad porque atraería toda clase de roedores, cucarachas, malos olores y otras situaciones insalubres que nadie desea. Es por ello que las urbanizaciones se organizan en grupos que van por todas partes recogiendo hasta el más mínimo atisbo de desecho.
Lógicamente no se puede exigir, en modo alguno, que Melilla funcione igual pero lo que sí debe plantearse cuanto antes es un sistema para que los incívicos se lo piensen antes de tirar la basura a la vía pública, en cualquier sitio, sin importarle las consecuencias que eso acarrea para el conjunto de los melillenses. Hay que pedir desde ya campañas de concienciación bien estructuradas, con targets muy certeramente dirigidos, que eduquen a la población. Muy posiblemente tendría que ser una acción de choque, tanto para adultos como para niños.
Junto con ello habría que plantearse una actuación bien coordinada para acabar con los auténticos vertederos que se ven en algunos barrios, como es el caso del Rastro, acabar con los basureros en Aguadú y la zona de Trápana y, por supuesto, obligar a cada uno de los organismos públicos que hagan frente a la limpieza en sus respectivas áreas de competencia.
Por supuesto se hace también muy necesario que la Policía Local actúe seriamente con la imposición de sanciones a todo aquel que tire su basura fuera de horario, la deje donde no debe o tire sus desechos a la calle, sean los que sea, incluidos los escombros.
Esto debe ser cosa de todos. Los poderes públicos están obligados a llevar la iniciativa pero los ciudadanos no debemos quedarnos atrás. Todos hemos de colaborar y arrimar el hombro para que tener una ciudad limpia deje de ser una utopía.