Melilla ha recibido esta semana al teniente general de la Guardia Civil, Juan Luis Pérez; al director nacional del Servicio de Empleo Público, Gerardo Gutiérrez; al Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, a los senadores de Compromís Carles Mulet y Vicenç Vidal Matas; al vicesecretario de Organización Territorial del PP nacional, Miguel Tellado y al secretario de Organización, Ángel González.
El consejero de Medio Ambiente, Hassan Mohatar, y la viceconsejera de Línea Verde, Yonaida Sel Lam, inauguraron este martes el nuevo punto limpio junto a La Cañada y este jueves, el presidente De Castro dio su saltico a la gloria y dio por inaugurada la nueva Comisaría de la Policía Local del Tesorillo aunque sin fecha para su puesta a punto porque aún no se ha equipado.
Las elecciones están a la vuelta de la esquina y el ambiente preelectoral se respira en el ambiente. Partidos como Podemos, que llevaban desaparecidos no se sabe cuánto tiempo, han despertado de su letargo y han empezado a trabajar con vistas a las próximas elecciones.
Todo apunta a que ésta será la precampaña electoral más larga de nuestra historia reciente. No sé si es porque nuestros políticos están pidiendo ya al árbitro que pite el final del partido o si en el fondo, Pedro Sánchez, mantiene en vilo a todo un país pendiente de un adelanto electoral que, en mi opinión, sería en estos momentos un auténtico suicidio para el PSOE, aunque nadie les asegura que si acaban la legislatura les irá mejor en las urnas.
Al menos ahora podrían amortiguar ligeramente la caída porque está reciente el éxito de la Cumbre de la OTAN; Vox ha perdido fuelle, Podemos se ha vuelto a colocar como tercera fuerza política (según el CIS de Tezanos) y Pedro Sánchez salió vivo del primer y único Debate del Estado de la Nación que ha celebrado en esta legislatura en la que ha tenido que hacer frente a la pandemia del coronavirus, a la tormenta Filomena, al volcán de La Palma; a la Guerra de Ucrania y, por si fuera poco, ahora se nos están calcinando los bosques de media España. Zapatero puede dormir tranquilo. Sánchez es más gafe que él.
Las previsiones de Funcas hablan de un empeoramiento de la economía a la vuelta de verano, lo que significa que la cuesta de septiembre será este año más empinada para el ciudadano de a pie que ve cómo la inflación engulle sus ahorros.
En Melilla no somos ajenos a la tormenta política que vive nuestro país. Tenemos la sensación de estar permanentemente en jaque y, además, solos. Hoy ni siquiera estamos como estábamos en 2019. Estamos peor. La situación del transporte es insostenible y estos cuatro años se han ido en blanco. Nadie mira por nosotros. Que no se nos olvide a la hora de votar.
Que no se nos olvide a la hora de votar...?
Será difícil olvidar los 20 años del inmovilismo pepero/imbrodofilo.
¿O esos si hay que olvidarlos, señora flores?