La Pascua Grande es la fiesta más importante del calendario islámico. Como tal, los musulmanes la celebran de manera muy especial, sobre todo dejando constancia de unidad y comunidad con familias, conocidos y amigos.
Todas las personas consultadas por El Faro lo dejaron claro: las familias se visitan, comen en casa de unos y otros, la gente se ayuda entre sí en las carpas donde se lleva a cabo el sacrificio aunque ni siquiera se conozcan y todo fluye en hermandad.
Normalmente es el cabeza de familia o la persona de más edad, la que se encarga de llevar a cabo la matanza. Para sacrificar al borrego “hay que tener experiencia”, nos cuenta Nabil. “Si no tienes experiencia te cuesta más y todo va a ser más difícil”, señala.
La técnica para dar el corte mortal se hereda de padres a hijos, “Los matan los padres, que son los que tienen la experiencia, pero van enseñando a los hijos”.
Zacarías, que se encuentra trabajando en una de esas carpas, detalla cómo lo primero es cortar la cabeza y despellejarlo. Relata que se le suele hacer una incisión en una de las patas y se le sopla para que la piel se vaya desprendiendo de la carne hasta que sale completamente con la ayuda de los cuchillos. “Se hace una oración, se le da el corte para que no sufra y ya lo dejamos solo para que corra hacia el cielo”, comenta sonriendo.
El primer día
En las casas se está a la espera de que llegue el animal. Lo primero que se come el mismo día de la matanza es el hígado, así como los callos.
Malika explica que el hígado suele hacerse a la plancha y, en muchas ocasiones, se cocina con la propia grasa del animal. Hay personas, sin embargo, que lo prefiere guisado.
Y los callos llevan garbanzos y verduras como cebolla y tomate, además de las típicas especias, cilantro y perejil, sus aceitunas y almendras tan típicas de la comida en estos días. Por supuesto, no pueden faltar los pinchitos.
Es el segundo día cuando ya se come la carne. Malika especifica que se cocina a la moruna y se acompaña de cuscús, si bien hay quien la prefiere a la brasa o asada.
Zacarías asegura que del borrego se come todo. Apunta que hay gente a la que le gusta la cabeza e incluso las patas. Lo normal, de todos modos, es que se opte por los muslos y las paletillas. “Se come todo salvo la parte de los intestinos”, añade”.
Las mejores ropas
Hombres y mujeres visten este día sus mejores galas y los niños siempre estrenan ropa. Nabil cuenta que tenía previsto ponerse un buen vaquero y un polo cuando terminara con todo el jaleo y pudiera ducharse. “Eso ya es para ir por ahí”, sugiere.
Aramín Mohamed decía prácticamente lo mismo: “Ahora estoy con la ropa de faena pero luego me doy una ducha y me visto bien pero ya casi a última hora porque hay que hacer los pinchitos, la comida de mediodía y todo eso. Después uno se pone guapo y se va a visitar a la familia”.