La Unión Federal dice que Melilla tiene unas características que hacen que el catálogo sea escaso
El delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, puso sobre la mesa el miércoles los números de agentes de Policía Nacional y de la Guardia Civil en Melilla. La conclusión que sacaba el máximo representante del Ejecutivo central en la ciudad es que las plantillas de ambos Cuerpos han aumentado en los últimos cinco años, en concreto, en 32 en el caso de los policías. Se trata de una postura con la que no están del todo de acuerdo las organizaciones en el seno del Cuerpo.
Por un lado, desde el Sindicato Unificado de Policía señalan a El Faro que los efectivos de la Unidad de Intervención Policial (UIP) deberían ejercer labores de seguridad ciudadana, puesto que ahora se limitan, salvo en casos excepcionales como el del pasado domingo en La Cañada, a ordenar a los porteadores del comercio atípico en las inmediaciones de la frontera de Beni Enzar.
Adecuar la plantilla
Por otra parte, la Unión Federal de Policía (UFP) cree que, aunque el catálogo de agentes esté completo y haya crecido en los últimos años, la plantilla no está “adaptada a las necesidades de Melilla”. “Estamos en una ciudad especial y peculiar. Más allá de las labores de seguridad ciudadana, tenemos un puerto, un aeropuerto y cuatro puestos fronterizos”, argumentan desde la entidad en declaraciones a este diario.
Por tanto, desde la organización concluyen que hay unas particularidades “que tendría que valorar el Ministerio del Interior, que es el que tiene la facultad de mandar más medios y personal”.
Sobre los agentes de la UIP, desde la UFP “cuentan como que vienen a Melilla, pero no desarrollan tareas de seguridad ciudadana”, por lo que “no se les puede mandar a diferentes sitios”.
El delegado del Gobierno también destacó que se ha reducido el número de agentes en segunda actividad. Desde el SUP, en este sentido, remarcan que si los funcionarios de la ciudad no se adhieren a esta especie de jubilación anticipada es porque pierden una cantidad importante de su retribución. Apuntan que en la península es más frecuente, puesto que la diferencia económica no es tan grande, pero en Melilla los policías prefieren esperar hasta los 65 años.
Sobre este asunto, la UFP incide en que cada vez se jubilan más agentes, que hacen que la plantilla “se vea mermada”. Sobre este asunto, insisten en que una cosa es que el cupo de agentes esté completo y otra que el catálogo establecido para la Jefatura local sea suficiente para cubrir las necesidades de la ciudad.
“Hay que organizarse en función de la delincuencia y las situaciones que se den”, argumentan desde la Unión Federal, haciendo hincapié en que en Melilla no tiene sentido “organizar el número de funcionarios en función de la población”.