Este domingo 10 de abril la comunidad hindú celebra la festividad conocida como Rama Navami, o sea, el nacimiento del dios Rama, la figura divina del hinduismo, con procesiones de la deidad por las calles de cada localidad.
El Rama Navami marca además el fin de los nueve días del Chaitra Navratri en Maharashtra o del Vasanthothsavam (festival de primavera) en Andhra Pradesh, y el inicio del Gudi Padwa (el año nuevo tradicional) en Maharashtra o del Ugadi en el sur de la India.
Según explica Savita Ramchand Nanwani desde la Comunidad Hindú de Melilla, los momentos más significativos de la fiesta incluyen el ritual de casamiento de Rama y su mujer Sita, que se hace en el templo (Kalyanam), y las bebidas dulces preparadas para ese día, hechas con jaggery, una especie de miel, y pimienta (Panakam).
Del mismo modo, la tradicional procesión se realiza al ocaso y con música.
Por otro lado, los hindúes practican el ayuno para la ocasión o, en algunos casos, un régimen específico; ornamentan los centros religiosos; y hacen relatos de las historias del Ramayana, la epopeya sagrada hindú, o recitales de Rama Katha.
En esta celebración, se adora también a la mujer de Rama, a su hermano Lakshman, y a su gran devoto y líder en las batallas, Hanuman.
El Rama Navami es considerado como un periodo de paz y de prosperidad. De hecho, Mahatma Gandhi solía usar este término para describir cómo debía ser la India después de la independencia, recuerda Savita Ramchand Nanwani.
Para esta fiesta, algunos hindúes vaishnavitas visitan un templo o rezan dentro de sus hogares. Otros, participan en un bhajan o kirtan con música como parte de puja y aarti.
No pocos devotos conmemoran el evento también tomando estatuas en miniatura del bebé Ram, lavándolas, vistiéndolas, y colocándolas en cunas.
Es asimismo un día de introspección y de autorreflexión en el que muchos buscan la guía de Lord Ram y prometen corregir sus errores, y se llevan a cabo actividades caritativas.
En resumen, esta festividad simboliza la victoria del bien sobre el mal, o sea, el establecimiento del 'dharma' para vencer al 'adharma'.