Desde aproximadamente las 15.00 horas de este martes, Melilla volvía a la normalidad. Después de una mañana caótica motivada por las lluvias y nada menos que 171 intervenciones de los bomberos, la ciudad recuperaba su imagen habitual; incluso se despejó el cielo y salió el sol.
El 90% de las actuaciones de los bomberos se debió, básicamente, a las inundaciones. Fuentes del cuerpo comentaron a El Faro que el centro de la ciudad resultó muy afectado por los 42 litros por metro cuadrado que cayeron en la ciudad, sobre todo entre las 09.00 de la mañana y las 12.00 del mediodía.
"Ha sido una barbaridad", señalaron estas fuentes. De hecho, fueron atendidos entre 30 y 40 coches y unas 6 furgonetas solo en el centro, fundamentalmente la Plaza de España, los aledaños del Club Marítimo y la calle Marina. "La zona del centro era una auténtica locura. Tuvimos que rescatar a dos personas que quedaron atrapadas en sus vehículos".
Los garajes también sufrieron mucho el efecto de la lluvia. Las fuentes citadas explicaron que tuvieron que intervenir en un sinfín de ellos repartidos por toda la ciudad, desde el Real al Industrial pasado por la Cañada y la calle Ibáñez Marín, entre otras.
Casas
Los bomberos no pararon su actividad a lo largo de toda la mañana e incluso por la tarde seguían haciendo servicios, aunque ya se trataba de retenes en prevención. Todos los efectivos trabajaron a lo largo de la mañana, incluso fueron llamados los que estaban de descanso ante el volumen de los problemas causados por la lluvia.
Algunos de sus objetivos fueron también viviendas inundadas y casas con grietas en las que entraba el agua. "Hemos tenido que intervenir en algunas casas que entraba agua por las grietas pero por lo general lo que más nos ha necesitado son los coches. Los llevábamos a un lugar seco para que después pudiese pasar la grúa a por ellos", explicaron nuestras fuentes.