Melilla y Ceuta han recibido como agua de mayo la decisión del Gobierno de España de darle a Marruecos lo que pidió Mohamed VI en su discurso por el aniversario de la Revolución del Rey y del Pueblo del 20 de agosto de 2021: el apoyo al plan de autonomía marroquí para el Sáhara en los mismos términos que antes lo hicieron Alemania y Francia.
España se hizo de rogar, pero siete meses después hizo lo que le pedían sus socios europeos, cerrar filas por el sur, habida cuenta de que tenemos un frente abierto en Ucrania.
Rabat tenía claro lo que quería y lo consiguió y aún no sabemos a qué se refiere con exactitud el Gobierno de España cuando asegura que con esta decisión, garantiza la integridad territorial y la soberanía nacional. ¿No estaba garantizada hasta ahora?
Puede que en Madrid valoren otro tipo de impactos de la decisión del presidente Pedro Sánchez de apoyar el plan de autonomía marroquí para el Sáhara. Aquí en Melilla sabemos que la vuelta a España de la embajadora Karima Benyaich es la mejor noticia para todas las familias de esta tierra, separadas de su gente en Marruecos desde que cerró la frontera. Y no sólo eso. Significa que de restablecerse el tráfico de mercancías entre los dos países, se abaratarán las materias primas que necesitan sectores locales como el de la hostelería y la construcción. De eso hablamos, cuando hablamos de respiro.
Siempre se ha dicho que la vuelta de la embajadora de Marruecos a Madrid era el primer paso para reabrir el tráfico fronterizo. Ahora queda por comprobar si al levantar la verja también reabre la aduana comercial cerrada unilateralmente por Rabat en el verano de 2018.
Lo normal es que una vez que España ha protagonizado un cambio histórico de opinión, Marruecos también haga un gesto histórico; nos devuelva la aduana comercial y quite las piscifactorías marroquíes de aguas españolas.
El Gobierno español ha pedido la normalización del tráfico de personas y bienes entre los dos países, pero Rabat no se ha pronunciado al respecto. Así que en estos momentos, tenemos que fiarnos de la buena voluntad de nuestro vecino. Hasta entonces, todo está en el aire.
Siempre se dijo que esta crisis profunda de las relaciones entre España y Marruecos no podía cerrarse en falso. Así que estamos a la espera de ver qué pasa de ahora en adelante.
Para empezar, este lunes estaba previsto que en Nador se apruebe un Plan de Viviendas que contempla la construcción de chalets en la tierra de nadie, que hipotéticamente es zona neutral. Según ha podido saber El Faro, se construirán casas prácticamente pegadas a la valla, entre la frontera de Beni Enzar y Barrio Chino.
En la práctica, la 'tierra de nadie' no existe desde hace tiempo. En eso capitulamos ya. Sobre todo porque incluso hay mojones que marcan nuestros límites geográficos y han quedado del otro lado de la frontera.
A día de hoy ya hay viviendas metidas en la zona neutral, especialmente en Barrio Chino. Este nuevo plan, si se concreta, sería más de lo mismo. Nos lo podemos tomar como una provocación o como una nueva barrera para impedir los saltos a la valla. En fin, el tiempo nos dirá de qué va esta película, si es que va de algo.
Para muchos melillenses, el cambio de opinión del Gobierno de España ha venido a darnos un respiro. Estados Unidos reconoció la marroquinidad del Sahara en diciembre de 2021 y eso no ha cambiado en nada el estatus de los saharauis. Pasarán años hasta que el tema llegue a la ONU. Pero en algún momento llegará. Tenemos todo ese tiempo para asegurarnos el reconocimiento de las fronteras melillenses como fronteras Schengen sin excepciones. Quien quiera entrar en Melilla debe hacerlo cumpliendo los mismos requisitos que se exigen para entrar en Bélgica o en Francia. Sólo así evitaremos que junto a los turistas y los trabajadores transfronterizos se nos cuele lo mejor de cada cárcel.
Argelia, como era de esperar, ha llamado a consultas a su embajador en Madrid. A nadie se le escapa que hasta ahora, España, por motivos ajenos a nuestra voluntad, estaba aliada a Argel (apoyada por Rusia) y enfrentada a Marruecos (respaldada por Estados Unidos). Estábamos en el bando equivocado. Digamos que hemos hecho una corrección histórica.
Con lo que está pasando en Rusia, Europa no se puede permitir que Marruecos abra las puertas y llene el territorio Schengen de subsaharianos. Por eso había que taponar la vía del sur y para eso, España ha tenido que cambiar de opinión, obligada por las circunstancias y por nuestros socios europeos.
Por primera vez en mucho tiempo Melilla y Ceuta no son los perdedores inmediatos de una decisión que no va con nosotros, pero nos salpica. Si queremos sobrevivir tenemos que mirar a norte y sur y buscar la manera de convertirnos en la entrada europea al Africa profunda. Tenemos legitimidad y seguridad jurídica. Nos faltan ideas y menos impuestos para conseguirlo.
No podemos olvidar la advertencia de que después del Sáhara, Marruecos dijo que iría a por Melilla y Ceuta. Quien crea que hoy estamos en una situación más solvente que hace una semana, se equivoca. Esto es un respiro y hay que entenderlo como tal. Si nos cruzamos de brazos, perdemos la guerra. Hay que dar pico y pala y defender la españolidad de esta tierra, con palabras, con hechos y con todos los recursos a nuestro alcance.
Ha querido la casualidad que el fin de semana que hemos celebrado el levantamiento del Sitio de Melilla, el presidente Pedro Sánchez haya cerrado la crisis con Marruecos. Para los melillenses no deja de ser una oportunidad y una luz al final del túnel. Tenemos que aprovecharla, pero eso no podemos hacerlo sin el apoyo del Gobierno central, que debe seguir adelante con el Plan Estratégico Integral. Aquí no vamos a dormirnos en los laureles. Los saharauis tuvieron DNI como nosotros y ahora Marruecos llama al Sáhara, "las provincias del Sur".
Muy acertados los comentarios que he leído. Yo haría una síntesis, sin desmerecer las demás aportaciones: Argelia exporta gas y petróleo a España. Marruecos exporta droga, delincuentes, terroristas (atentado 11 M en Madrid, atentado en las Ramblas de Barcelona - Nunca olvidaremos la procedencia de los asesinos), MENAS y toda clase de problemas, chantajes y miserias. Argelia es un socio fiable, discreto, pacífico y solvente. Marruecos es un país siempre hostil y extorsionador a España que, además -reconozcámoslo abiertamente- suscita gran antipatía entre los españoles. Yo tengo muy claro con quien tenemos que estar de lejitos y evitar que nos salpique la mierda y con quién tenemos que intensificar nuestras relaciones económicas y comerciales. ¡Más claro el agua!
Me ha gustado mucho leer la brillante reflexión de Manolo, con quien estoy plenamente de acuerdo, al tiempo que estoy profundamente decepcionado por el artículo de Tania Costa (debo admitir que a mí también me ha sorprendido negativamente; tengo la impresión que ha sido un artículo escrito con rapidez y sin ningún tipo de reflexión ni seriedad). Analicemos la jugada: Marruecos recibe el reconocimiento sobre su ilegal ocupación de un territorio usurpado a sus moradores legítimos, los saharauis -contraviniendo el Derecho Internacional y todas las resoluciones de la ONU al respecto- dando crédito a su execrable política de hechos consumados. España, en contrapartida, no recibe nada tangible: sólo promesas de Marruecos de que va a ser un vecino, digamos, "menos incómodo" en cuanto a la integridad territorial de España, lo cual nos pone en posición de clara desventaja: Marruecos recibe legitimidad gratis y España sólo recibe promesas. ¿Pan para hoy? Tengo mis serias dudas. Hambre para mañana, seguro, ¡de todas todas! El que conozca mínimamente la historia de Marruecos y de nuestras relaciones bilaterales sabe que todo lo firmado / pactado con ese país es papel mojado: nunca ha sido un país fiable y siempre incumple lo que promete, usando el chantaje como una de sus armas principales. Señora Costa, esto es cambiar oro por espejitos, ¿le suena de algo? Por otra parte, hemos cambiado una crisis con Marruecos por otra con Argelia. Vuelve la inefable embajadora marroquí a España al tiempo que se va el embajador argelino -representante del país que nos garantiza el suministro energético a precios preferenciales y con el que hay ausencia de contenciosos- en plena guerra de Ucrania y en plena crisis energética. ¡Qué cambio de cromos tan absurdo! Nos quedamos como estábamos (una crisis por otra) y paralelamente le transmitimos el mensaje a los argelinos de que a través del chantaje y la mano dura se puede obtener la claudicación de España. Así actúa Marruecos con España y parece lograr sus objetivos y nosotros dándole ideas a los argelinos, nuestro socio más fiable en el Norte de África, ¡genial! Qué bajada de pantalones tan absurda, que victoria diplomática gratuita le hemos dado al sátrapa de Rabat. El siguiente paso, Señora Costa, son Ceuta y Melilla, dentro de equis tiempo. Ya lo afirmó hace unos meses el anterior primer ministro marroquí: cuando se concluya con el expediente del Sáhara abordarán el de Ceuta y Melilla. Marruecos seguirá creando conflictividad, con mayor o menor intensidad en función de sus intereses, no lo dude. Dentro de unos meses Marruecos buscará cualquier excusa para volver a las andadas y romper el espíritu de este "acuerdo" ya que han constatado que cuando ellos presionan, consiguen sus objetivos. Y el irredentismos marroquí es insaciable: no engañan a nadie, lo dicen todo muy claro. Entre tanto, el des-Gobierno español haciendo acopio de vaselina...
El problema, estimada Tania , es que entiende Marruecos por “ garantizar la integridad territorial de ambos paises “
Todos sabemos que Marruecos incluye en su “ integridad territorial ”a Ceuta y Melilla.
Para mi es que el gobierno de Marruecos le ha metido un gol por la escuadra a España , solo o en compañía de otros
Me causa estupor leer las palabras de la articulista, con quien suelo estar bastante de acuerdo en otros asuntos. El que crea que el movimiento de Sánchez beneficia a España y beneficia a Melilla, yerra. Me causa estupor cómo alguien que procede de un país dictatorial como Cuba blanquee y alabe la política del titiritero Sánchez con respecto a la mafiosa dictadura marroquí. Qué fácilmente se venden hoy día voluntades, pueblos y naciones. Sánchez contraviene la tradicional neutralidad española y las resoluciones de Naciones Unidas. Se acepta la invasión y colonización ilegal del Sáhara por Marruecos, su política a largo plazo de hechos consumados, el chantaje, la represión, el encarcelamiento y la tortura de disidentes saharauis, el sometimiento del pueblo saharaui a una dictadura extranjera. ¿Doble vara de medir, Sra. Costa? ¿El sufrimiento de Aminetu Haidar o de Sultana Jaya valen menos que el del Sr. Guillermo Fariñas y el de tantos otros disidentes cubanos? Me produce profunda repulsa, profundo asco y sobre todo profunda tristeza leer su complacencia con la claudicación y el cortoplacismo del PSOE ante el sagacísimo y maligno narco-régimen marroquí. Hoy el profundo respeto intelectual que le tenía ha caído varios quintales. Lo lamento, pero no se puede ir contra la dictadura castrista y relativizar la dictadura feudal marroquí. Al otro lado de la valla hay muchos disidentes saharauis (y también marroquíes) torturados, vejados y violados por la monarquía bananera alauí (que se lo digan a Nasser Zefzafi, líder de las protestas en Alhucemas y a otros tantos). Y Argelia es un país que siempre se ha llevado bien con España, que no nos causa problemas y que nos abastece de materias primas a precios razonables. Un régimen militar próximo a Rusia, sí. Pero a España ni le va ni le viene la relación de Argelia con terceros, nos caigan mejor o peor (también nosotros tenemos relaciones con Rusia y China, ¿y qué?). Que la invasión de Ucrania está mal, por supuesto que sí. También lo estuvieron mal las invasiones estadounidenses a Irak, Vietnam y tantos otros países. La claudicación de Sánchez ante Marruecos es pan para hoy y hambre para mañana. Sabemos de sobra que Marruecos incumple sistemáticamente los acuerdos y tratados bilaterales firmados con España. Sabemos que no van a cejar en su reclamación sobre Ceuta y Melilla (dejarán aparcada un tiempo la cuestión, pero nada más). Sabemos que vendrán nuevas crisis migratorias impulsadas desde Rabat. Sabemos que nos seguirán enviando su droga nacional, el hachís. Y sabemos que ya están cocinando la próxima crisis bilateral, a poco que España se salga de la senda trazada desde Rabat. Los que crean que ganamos con la claudicación ante el mafioso de Rabat se equivocan, desconocen y quieren muy poco a España. Dele una pensada (o dos), Sra. Costa. ¡No se puede mirar hacia otro lado y relativizar en nombre del pragmatismo cuando ocurren cosas tan feas y tan graves en el país vecino! Muchos vamos a empezar a pensar que a usted la han comprado. ¡Esto no es serio! Hoy he sentido una profunda decepción moral e intelectual al leer su columna y me da que no soy el único que se ha sentido así.
Muy buena información clara,concisa y realista y buen recordatorio a la cronista de éste artículo de donde viene y su anteriores vivencias en su país de origen
Como dice en su artículo, después del Sáhara, vendrá Ceuta y Melilla, lo han dicho por activa y pasiva; pasará un tiempo que las aguas se calmen ante éste triunfo alauí y de nuevo a la traca con todo lo que con lleva.
Como actuará el gobierno que esté de turno, buena pregunta.
Pero con el historial de gobiernos que hemos tenido de diferentes colores y su forma de actuar con las reivindicaciones de Marruecos sobre Ceuta y Melilla, tengo mis dudas que cambie la línea y estarán en peligro de ser vendidas como el Sáhara, pues nuestro querido vecino nos tiene tomada la medida, pues hace tiempo que hemos perdido nuestro orgullo patrio y dignidad, solo hubo un conato, que puso firme al alauí, el del bigote de antes.
El tiempo aclarará la duda.