La Unión Deportiva Melilla se mide este domingo, a partir de las doce del mediodía en el Estadio Álvarez Claro, al Unión Deportiva Alzira. Llega el primer examen para Miguel Rivera, que tiene por delante doce citas para dar un vuelco al devenir de la escuadra azulina y, con ello, espera ofrecer a la afición la versión que ya gustó en su anterior etapa, en la temporada 2003-2004.
En este primer envite no podrá contar con los sancionados Jordan y David Ámez, ni con el lesionado Moha Chabboura. Por el contrario, sí recupera a Sergio Chica, ausente ante el Mar Menor por acumulación de amonestaciones, y también se une al grupo Asier Parra, que esta semana ha recobrado la normalidad tras un mes en el dique seco por una lesión muscular. En el capítulo de dudas está Endika, que se cayó de la convocatoria la semana pasada por molestias y será duda hasta el último momento. En el plantel hay más jugadores entre algodones, pero se espera su participación.
Nadie quiere perderse la cita dominical sabedores de la importancia de los puntos en juego. El tropiezo en tierras murcianas ha dejado al equipo sólo dos puntos por encima del descenso directo, y a uno del playout de permanencia. Rivera lleva desde el miércoles haciendo labor de grupo e incluso ha charlado uno a uno con cada integrante del plantel para recobrar ánimos. Ayer, en rueda de prensa, dejaba claro que buscará un juego práctico, en el que defiendan todos y ataquen todos. Preguntado por el posible dibujo, afirmó que el conjunto y los jugadores estarán por encima del sistema.
Delante tendrá un Alzira con muchas variantes a lo largo de los noventa minutos, que viene de empatar a dos con el Real Murcia, pero que hasta esa fecha acumulaba tres derrotas consecutivas. Con todo, los de Dani Ponz están por delante en la clasificación, ostentando un séptimo puesto con 32 puntos, a uno del playoff de ascenso y cinco por delante de los melillenses.